6/8/13

¿Qué hace un cubano que no baila en un festival de salsa? ¡Literatura, por supuesto!


 
Tempo Latino es quizás el más importante festival de músicas latinas (léase Salsa) de Francia. Vic Fezensac, pequeña ciudad de Gascuña (la patria de D’Artagnan) en el sudoeste francés, ve duplicada su población por la afluencia de aficionados a la salsa que llegan enteramente decididos a menear el esqueleto al ritmo de las músicas afrolatinas durante los cuatro intensos días del festival.

 
Yo nunca había estado en el sudoeste de Francia, donde los Pirineos y España están siempre en el horizonte: una región que se distingue por la ruda franqueza y las exageraciones del gascón, por su gastronomía intensa y peculiar (de allí viene el famoso foie-gras, el cassoulet y ese coñac volcánico y perfumado que es el Armagnac) y poseedor de una naturaleza y una arquitectura indiscutiblemente meridionales.

plaza del viejo Vic

almanaque del siglo (los gascones no hacen nada en pequeño)

el "carrelat" (callejón) Pudent
                                            
Para su vigésima edición, Tempo Latino escogió como estelar padrino al colombiano Yuri Buenaventura y su orquesta (compuesta a partes casi iguales de colombianos y franceses, todos virtuosos). Entre los grupos que repletaron cada noche el graderío y la pista de la plaza de toros de Vic, también destacaron el cubano Maraca y su orquesta, el angolano Ricardo Lemvo y su grupo, los colombianos La 33, los franceses No Jazz y otros muchos, que también animaron los diversos locales de música y baile situados en varios puntos de la ciudad.
 
Pero ¿qué hace en un festival de salsa un cubano que no baila? Los que me conocen saben que “tengo el pie cuadrado”, y aunque no tenga la oreja ídem… ¿por qué me pagarían el viaje desde Paris hasta ese pueblito gascón enloquecido por tumbadoras, trompetas y maracas? 

Pues para hacer literatura, ¿qué otra cosa iba a ser?











Es que Tempo Latino no es solo baile y concierto, también hay clases de baile, exposiciones, venta de artesanía, gastronomía y bebidas exóticas y, lo que nos interesa, literatura. El “invitado literario” es un momento al abrigo de los decibeles musicales durante el cual un autor originario de América Latina o experto en las literaturas de la región, comparte con un público tal vez menos numeroso que el de los conciertos, pero no menos apasionado.

Remonté hasta mi infancia, que coincide con los inicios de la literatura infantil "revolucionaria"
 
 
 
photo de Gabrielle Saplana

Para la vigésima edición (25 al 28 de julio pasados) tuve el honor de ser el elegido. En mi conferencia, que escribí y dicté en francés, así que tardaré un poco en publicarla en este u otro sitio, hablé de la literatura infantil cubana contemporánea, situándola en el contexto de la reforma educativa, cultural, social e ideológica emprendida por la revolución castrista tras tomar el poder en enero de 1959. Inicialmente nacionalista, agrarista y popular, el proyecto giró rápidamente hacia el socialismo. Lejos de abordar la cuestión con la distancia del estudioso, la enfoco como protagonista, puesto que mi carrera literaria (como lector primero y como escritor, después) está íntimamente vinculada a las aventuras de la literatura infantil cubana en los fundacionales años 60, los dogmáticos 70, los innovadores 80, los críticos 90…


Al final de la conferencia dediqué mis libros al interesado publico
(fotos de Gabrielle Saplana)
 
Mi intervención fue “ilustrada” por un grupo de jóvenes actores franceses que hicieron una lectura dramatizada y musicalizada de tres de mis textos traducidos al francés, y concluyó con la venta y firma de ejemplares de mis cinco libros disponibles en el mercado galo y parte de la veintena de títulos que actualmente tengo en catálogos españoles e hispanoamericanos.

 
Literatura y música han estado siempre íntimamente ligadas en Cuba, y en América Latina en general. De regreso de mi conferencia o a la vuelta de los conciertos, que cada noche se prolongaban hasta las 2 de la mañana, no pude dejar de detenerme a contemplar, con verdadero asombro, aquellos cientos de franceses que bailaban los más variados ritmos latinos con el mismo fervor (aunque no la misma técnica, claro) que en cualquier carnaval caribeño. La prueba en este corto video…
 
Sin dudas el Mojito ayuda a cubanizarse. El bar oficial de Havana Club lo vendía en botellas de plástico para que los bailarines pudieran llevarlo a la pista de baile y refrescarse (las temperaturas oscilaron entre ¡35 y 38°C!).
 

 
¿Más sobre Tempo Latino?                 
                                             www.tempo-latino.com

 

22/7/13

Brasil: más libros y menos iglesias

Durante mi estancia de un mes, hace tres años, en Brasil, estuve en la favela Manguinhos, que visitará el Papa Francisco durante su primera visita apostólica al mayor país católico del mundo. La estancia papal ocurrirá durante las Jornada Mundial de la Juventude católica, que acoge Río de Janeiro del 23 al 28 de julio.

No fui a ni a la pequeña iglesia que visitará Su Santidad ni a ninguna otra. El objeto de mi visita fue la magnífica biblioteca levantada por el gobierno del estado de Río dentro del marco del proyecto Biblioteca-parque, que cuenta con la cooperación de los servicios culturales de la Embajada de Francia.


Las muy motivadas bibliotecarias de Manguinhos me contaron la función pacificadora que cumple la institución, situada en lo que antes se conocía como “la banda de Gaza” porque, al ser la frontera entre las zonas de influencia de dos pandillas de narcotraficantes, servía de terreno para enfrentamientos. Las abandonadas instalaciones de un antiguo cuartel fueron remodeladas y consagradas a diversas funciones sociales, entre ellas la amplia, luminosa y muy bien dotada biblioteca, que recibe niños y adultos en sus salas de lectura y informática, y que incluso acoge reuniones de concertación de los vecinos.


 Taller con niños de la favela Manguinhos
Con todo el respeto que requiere la religión, en tanto que construcción espiritual de cada individuo, la proyección de ciertas instituciones religiosas no deja de plantearse dudas en cuanto a su sinceridad y honestidad. En Brasil, los que se declaran católicos siguen siendo mayoría, pero el crecimiento de la membresía de las iglesias evangelistas, de estilo ruidoso y seductor, es exponencial, sobre todo entre las clases populares.



La pequeña capilla diseñada por Oscar Niemeyer (a pedido de la esposa del presidente Kubitschek) para el “bloque modelo” en el ala Sur de Brasilia. Fue la primera iglesia de la capital federal y uno de sus monumentos históricos, junto a la famosa catedral, obra del mismo genial arquitecto. Niemeyer era comunista y consecuentemente ateo, pero comprendía la función social y la necesidad de sitios de culto en una ciudad brasileña. El “bloque modelo” incluía casas y edificios de apartamentos, comercios, escuelas, biblioteca, cine y otros diversos lugares de esparcimiento, entre jardines y demás equipamiento urbano.


vista frontal de la famosa catedral de Brasilia, una de las más logradas obras
de Oscar Niemeyer

Uno de los objetivos de la visita del Papa es, precisamente, tratar de recuperar esos fieles que dejaron la iglesia católica para probar suerte en los diversos cultos evangélicos.


Capilla privada, a la sombra de añosos bambúes, en el hotel-hacienda Sao Bento

 

Las iglesias evangelistas ofrecen « cultos de milagros » y « cultos de liberación”. La manipulación de las palabras no tiene límites.


« Participe y sea bendecido », entre otros lemas de inspiración claramente comercial
Por todas partes se encuentra la publicidad religiosa, sin que a veces se perciba gran diferencia entre el anuncio de un show musical y un culto evangelista. A menudo, en la misma cuadra se alinean varios templos.



Muchas veces, el templo es la edificación más vistosa, y la única que se puede calificar de “lujosa” en poblaciones muy modestas.


Cuando uno circula por las carreteras y pueblos de Brasil prácticamente no hay poste eléctrico, árbol o pared en la que no haya un cartel con mensaje evangelista. Una auténtica estrategia de “ocupación del espacio”




Si hubiera un Papa de la Lectura y una Jornada Mundial de la Juventud Lectora, harían bien en visitar Brasil. Es a través de la cultura –y el gobierno, la sociedad civil y los intelectuales brasileños lo saben- que se salva pueblos de la miseria y el desencanto. Los programas de lectura, de bibliotecas populares, de dotación de libros para las escuelas, las ferias del libro y otras iniciativas son numerosas y exitosas en los ocho millones y medio de kilómetros del país de Machado de Assis, Jorge Amado, Drummond d’Andrade, Monteiro Lobato, Cecilia Meireles…

Programa Maleta de Libros: minibibliotecas públicas en el metro de Brasilia
 

Biblioteca pública de Taguatinga (ciudad satélite de Brasilia). Lleno casi total a las 9 de la mañana

 
Participé en el I Salón del libro infantil y juvenil de San Bernardo do Campo (Sao Paulo), popular iniciativa de la Fundación Nacional del Libro Infantil y Juvenil (FNLIJ) con el apoyo del gobierno local. Miles de niños vinieron cada día a las actividades y encuentros con escritores e ilustradores.

 

El día que Fidel Castro me escondió la Luna




El 21 de julio de 1969, hace 44 años, el Hombre pisó por primera vez el suelo lunar. Colosal victoria de la ciencia que, es cierto, fue motivada por la carrera armamentista entre Estados Unidos y la URSS, que se esforzaban, en plena Guerra Fría, por mostrar quién era el más fuerte en materia de balística estratégica. Era este aspecto el que contaba para las autoridades de mi país. Cuba nunca había sido más dependiente de la Unión Soviética que entonces. Si el más insignificante éxito de la ciencia espacial rusa era celebrado por todo lo alto, con mayor entusiasmo aún de festejaba cada percance de la conquista norteamericana del espacio (abundantes en un terreno complejo y nuevo; aunque los americanos no podían ocultar sus fracasos tan bien como la Dictadura del Proletariado). 

Así que, como la mayoría de los cubanos, no tuve derecho a ver los pasos de Armstrong en la Luna. La televisión cubana ocultó el hecho, y si la prensa escrita lo mencionó –con la mayor circunspección posible- yo ni me enteré. Y eso que yo era ya –con apenas 14 años- un apasionado de todo cuanto concernía al espacio.  Debí esperar 30 años para descubrir las apasionantes imágenes de la primera visita al satélite natural de La Tierra: fue en julio de 1989, cuando yo llevaba exactamente un mes viviendo en Brasil.

Si seguí el viaje de Apolo 11 desde el despegue mismo, fue gracias a La Voz de las Américas, emisora anticomunista prohibida por el gobierno castrista, pero que la vieja radio de onda corta familiar conseguía captar, gracias a una antena colgada en las ramas de una mata de mango, en la discreción de la cocina.  En mi casa nadie escuchaba las “informaciones” políticas  de la radio enemiga, pero esa “ventana al mundo” nos permitía descubrir las nuevas canciones de los Beatles, entre otros temas tan interesantes como, precisamente, el proyecto Apolo.


dibujo de Hergé publicado en ocasión de la hazaña de la Apolo 11

Yo  ya “había estado” en la Luna en compañía de Tintín, gracias a los ejemplares del doble álbum de Hergé “Objetivo Luna“ que se encontraban en la biblioteca provincial (jamás se vendieron en librería ni llegaron a otras bibliotecas; e incluso pronto se les haría desaparecer discretamente de la sección de préstamo).
Antes incluso de la hazaña del Apolo 11,  yo consagré una de las novelitas de aventuras que había comenzado a escribir dos años antes, titulada « Buscando la Luna »  a una aventura fuertemente inspirada de la de Tintín. Posteriormente, mandé al mismo personaje, un francesito llamado Javier, a Marte (esta vez, inspirado por las “Crónicas marcianas” de Ray Bradbury). Mis héroes partieron de un centro espacial que situé en los Pirineos franceses. Lejos estaba de imaginar que un día Francia y otros países europeos desarrollarían el ambicioso programa Ariane y que el centro de lanzamiento espacial europeo estaría en la Guayana Francesa; tanto como que el único cubano que haya visitado el espacio, el teniente coronel Arnaldo Tamayo, lo haría en una Soyuz soviética. Cosas de la vida, una de las investigaciones científicas propuestas por Cuba, el proyecto Cortex, sobre el funcionamiento del cerebro en condiciones de ingravidez, tenía entre sus creadores al esposo de Dora Alonso, la gran escritora cubana que diera tan sabios consejos en 1977, cuando presenté por primera vez una novela a una editorial.

Este álbum no existe, por supuesto
Fabriqué esta tapa a partir de una imagen de
Objetivo Luna, de Hergé


19/6/13

Feria del libro de Madrid: en un contexto de crisis, los libros resisten



Este año llegué a la Feria del Libro de Madrid el día de su inauguración. El año pasado llegué al cierre y en 1997, fecha de mi otra –lejana– participación, me tocó a mediados; así que voy completando una imagen del popular evento literario del Parque Retiro.


Como las editoriales y librerías proponen esencialmente novedades, solo me senté a dedicar ejemplares en la caseta de Kalandraka, que publicó en 2012 mis libros “El paraguas amarillo” (en su colección faro, Cuentos para soñar) y los dos primeros títulos de mi serie para pre-lectores : “Gatito y el balón” y “Gatito y la nieve”, preciosamente ilustrados por la artista alemana Constanze von Kitzing.

En el aeropuerto me esperaba Belén Sáez, gerente de Kalandraka - Madrid, y como todavía había que dar algunos toques finales antes de la inminente apertura de la feria, nos dirigimos directamente al Parque Retiro.


En la caseta 172 ya estaba  David Gómez, comercial de Kalandraka en la región capital y adyacentes, terminando la decoración, donde destacaban  el sello “Premio a la Mejor Labor Editorial 2012” y dos personajes de Sergio Lioni, correspondientes a uno de los best sellers de esta casa editora oriunda de Galicia y hoy implantada en todo el territorio español, así como en Portugal e Italia.


Apenas levantada la cortina, comenzaron a acercarse las personas que ya deambulaban por la alameda del Parque Retiro en cuyas márgenes se alinean cada año las casetas. Durante la feria, el céntrico parque madrileño no pierde su condición de pulmón de la capital, pista de patinadores, ciclistas y adeptos del footing, y zona de paseo de abuelitos, bebés y perritos. Pero la alameda  con cerca de 400 casetas les queda vedada sábado y domingo, pues la compacta masa de visitantes no les deja espacio libre.

El primer día de la feria, y los viernes en general, son de menor afluencia. Ese 31 de mayo, sin embargo, resultó bastante concurrido, quizás porque la reina de España, doña Sofía (la más popular figura de la realeza peninsular) fue quien realizó la habitual ronda de apertura.  Un funcionario de la Casa Real nos informó que por ser Premio Nacional de Edición 2012, Kalandraka había sido incluida en el protocolo inaugural.


Doña Sofía llegó a eso de mediodía y me correspondió ser el primero en darle la mano y los buenos días, pero enseguida me replegué, dejando el diálogo, como correspondía, a los representantes oficiales de Kalandraka. La reina recibió algunos obsequios de la editorial (novedades sobre las temáticas que se sabe interesan a la augusta visitante) y compró otros tantos, en particular de poesía (Kalandraka posee un importante fondo del maltratado género, con el aliciente de presentarlos espléndidamente ilustrados y encuadernados). 


“Nuestros libros son para niños de 1 a 80 años, bromeó Belén Sáez”. “¿Solamente?”, sonrió doña Sofía: “¿Y los mayores de 80 no tienen derecho?”.


Todo el sábado, mañana y tarde, estuve firmando ejemplares de mis tres álbumes disponibles (“Pájaros en la cabeza”, mi primer Kalandraka,  está actualmente indisponible). La mejor acogida fue dispensada a los dos de la serie Gatito, sobre todo a “Gatito y la nieve”… y eso que Madrid inauguró junio con aires bastante veraniegos.
Niños pequeños, mayorcitos y hasta algún que otro adulto partió con su “Gatito”.


Aunque no soy el ilustrador, y no puedo ni remotamente competir con las magníficas ilustraciones de Constanze Kitzing, no pude resistir a la tentación de acompañar mis dedicatorias con una caricatura del héroe homónimo. Es algo que siempre gusta a los lectores-propietarios y que remite a mi pequeña carrera de ilustrador (cinco libros en tres lenguas) y al dibujo como recurso de seducción de las Musas, a que recurro cuando una historia se me entrega muy lentamente.

Sábado y domingo fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy por encima de las de los primeros días de la edición 2011. Editores y libreros bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché, una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.

Reviviendo mi pasión de infancia por el modelado, elaboré una figura en arcilla que dejé en la caseta como mascota de la serie Gatito



lleno completo el fin de semana
La de Kalandraka es siempre una de las casetas más visitadas. Así lo merecen la competencia y simpatía de los encargados, que no dudan en completar una información, contar un cuento, cantar una tonada o recitar una rima (el folclor gallego y en general de España alimenta muchos de sus álbumes) e incluso decir francamente: “Eso que usted busca no lo tenemos nosotros, pregunte en la editorial Tal o en la librería MásCual” .


Parafraseando a la famosa película brasileña: “Bar Kalandraka, el último que cierra”

Kalandraka no tiene autores superventas de esos que se hacen famosos una temporada gracias a un best-seller  o a sus cualidades histriónicas en la tele, pero la calidad de sus libros le asegura una clientela alerta, fiel y entusiasta. Cada día, ante la pausa del mediodía o al cierre de jornada, cuando ya las otras casetas han bajado la cortina, todavía queda público en la caseta 172. No en vano Kalandraka ha ganado numerosos premios (al Nacional de Edición 2012 que ya mencioné antes, se sumó en la primera semana del evento el tercer premio de libro informativos que otorga la propia Feria).

En los momentos que me dejó libre el abundante público del sábado pude departir con otros autores (la chilena María José Ferrada y el africano  Boniface Ofogo, por ejemplo) y colaboradores de Kalandraka.


También pasaron algunos amigos que hallaron mi nombre en el programa o lo escucharon por megafonía  y hasta con un agente literario con el cual entré en contacto hace meses vía Facebook o LinkedIn.
 
Con José Luis Gutiérrez, de la agencia literaria GU-RU


Sábado y domingo fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy por encima de las de los primeros días de la feria 2011. Editores y libreros bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché, una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.

Yo he visto pocos monumentos consagrados al libro. Este rinde homenaje Enrique Tierno Galván por su papel decisivo en la fundación de la Feria del Libro de Madrid, que ya cuenta 72 primaveras.

Todo escritor es un voraz lector. Una vez cumplidas mis sesiones de firma de ejemplares, me asomé a numerosas caseta: curioseando entre novedades y títulos de fondo, hasta terminar comprando una buena docena. 

Entre los libros de Kalandraka que me gustaron está “De dónde vienen las cigüeñas”. (textos de Beatriz Osés e ilustraciones de Miguel Angel Díez. Premio Lazarillo 2006). Botón de muestra:

Cuando sonó el timbre de la casa, la cigüeña se acercó a la puerta principal hecha un manojo de nervios… Llevaba varios meses esperando aquella visita. Tragó saliva y notó cómo se le aceleraba el pulso. 
Al abrir la puerta, descubrió a un desconocido que llevaba una cesta en las manos. 
La cigüeña miró enternecida en su interior… El señor venía de París.

Algunos libros de Kalandraka que me gustaron

Hasta los baños (aseos, como dicen los españoles) distinguen simplemente entre “lectoras” y “lectores”), nada de “damas y caballeros” o “señoras y señores”


Entre otras sorpresas, me encontré con Amado del Pino, un compatriota que no veía hace como 20 años. Se encontraba en la caseta de Verbum, presentando un ensayo sobre el  eminente dramaturgo, narrador y poeta cubano Virgilio Piñera.


Ya al margen de la Feria, pero no lejos de ella, me encontré a otro cubano, este venido especialmente de la isla para presentar su último libro en el célebre Círculo de Bellas Artes. Reynaldo González presentaba “Insolencias del barroco”, ensayos sobre pintura que edita la recién creada editorial Cumbres.


Sin relación con la Feria, pero siempre a propósito de libros, el martes 4 de junio me fui al otro lado del Manzanares para asistir a la entrega de los premios de la editorial Edelvives; acto que revistió la original forma de un concierto de premiación.  Fue el rockero Macado el encargado de presentar a los autores y entregarles los trofeos, entre canción y canción, y fragmentos de las obras premiadas que leía un profesional desde el escenario mientras dos pantallas se repartían las imágenes tomadas de los libros premiados o libremente inspiradas por éstos.  

Los escritores Paloma Sánchez Ibarzábal, Elvira Menéndez, Joel Franz Rosell y Marinella Terzi con el galardonado Ricardo Gómez

Los galardones fueron para Ignacio Sanz por “El hombre que abrazaba los árboles” (premio Ala Delta de narrativa Infantil), Ricardo Gómez  por “Juegos inocentes juegos” (premio Alandar de narrativa juvenil) y el dúo compuesto por la escritora checa Lucie Müllerová y la ilustradora italiana Serenella Quarello por “El barco volante” (premio de Album Ilustrado). Las dos primeras obras, ya impresas, nos fueron obsequiadas a la salida de la sala de espectáculos, pero para tener el premio de álbum ilustrado habrá todavía que esperar algunos meses.

Macaco es un grupo de rock profesional y comprometido y puso un ambiente muy especial en la fiesta, a la que acudieron unas 800 personas. El lema de la edición 2013 de los premios Edelvives: “Suenan libros” ostentaba una grafía que trasmite, en mensaje subliminar, “Sueñan libros”.


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