Este año llegué a
la Feria del Libro de Madrid el día de su inauguración. El año pasado llegué al
cierre y en 1997, fecha de mi otra –lejana– participación, me tocó a mediados;
así que voy completando una imagen del popular evento literario del Parque Retiro.
Como las
editoriales y librerías proponen esencialmente novedades, solo me senté a
dedicar ejemplares en la caseta de Kalandraka, que publicó en 2012 mis libros
“El paraguas amarillo” (en su colección faro, Cuentos para soñar) y los dos
primeros títulos de mi serie para pre-lectores : “Gatito y el balón” y “Gatito
y la nieve”, preciosamente ilustrados por la artista alemana Constanze von
Kitzing.
En el aeropuerto
me esperaba Belén Sáez, gerente de Kalandraka - Madrid, y como todavía había
que dar algunos toques finales antes de la inminente apertura de la feria, nos
dirigimos directamente al Parque Retiro.
En la caseta 172
ya estaba David Gómez, comercial de
Kalandraka en la región capital y adyacentes, terminando la decoración, donde
destacaban el sello “Premio a la Mejor
Labor Editorial 2012” y dos personajes de Sergio Lioni, correspondientes a uno
de los best sellers de esta casa editora oriunda de Galicia y hoy implantada en
todo el territorio español, así como en Portugal e Italia.
Apenas levantada
la cortina, comenzaron a acercarse las personas que ya deambulaban por la
alameda del Parque Retiro en cuyas márgenes se alinean cada año las casetas.
Durante la feria, el céntrico parque madrileño no pierde su condición de pulmón
de la capital, pista de patinadores, ciclistas y adeptos del footing, y zona de
paseo de abuelitos, bebés y perritos. Pero la alameda con cerca de 400 casetas les queda vedada
sábado y domingo, pues la compacta masa de visitantes no les deja espacio
libre.
El primer día de
la feria, y los viernes en general, son de menor afluencia. Ese 31 de mayo, sin
embargo, resultó bastante concurrido, quizás porque la reina de España, doña
Sofía (la más popular figura de la realeza peninsular) fue quien realizó la
habitual ronda de apertura. Un
funcionario de la Casa Real nos informó que por ser Premio Nacional de Edición
2012, Kalandraka había sido incluida en el protocolo inaugural.
Doña Sofía llegó a eso de mediodía y me correspondió ser
el primero en darle la mano y los buenos días, pero enseguida me replegué,
dejando el diálogo, como correspondía, a los representantes oficiales de
Kalandraka. La reina recibió algunos
obsequios de la editorial (novedades sobre las temáticas que se sabe interesan
a la augusta visitante) y compró otros tantos, en particular de poesía
(Kalandraka posee un importante fondo del maltratado género, con el aliciente
de presentarlos espléndidamente ilustrados y encuadernados).
“Nuestros libros
son para niños de 1 a 80 años, bromeó Belén Sáez”. “¿Solamente?”, sonrió doña
Sofía: “¿Y los mayores de 80 no tienen derecho?”.
Todo el sábado,
mañana y tarde, estuve firmando ejemplares de mis tres álbumes disponibles
(“Pájaros en la cabeza”, mi primer Kalandraka,
está actualmente indisponible). La mejor acogida fue dispensada a los
dos de la serie Gatito, sobre todo a “Gatito y la nieve”… y eso que Madrid
inauguró junio con aires bastante veraniegos.
Niños pequeños, mayorcitos y hasta algún que otro adulto partió con su “Gatito”. |
Aunque no soy el
ilustrador, y no puedo ni remotamente competir con las magníficas ilustraciones
de Constanze Kitzing, no pude resistir a la tentación de acompañar mis
dedicatorias con una caricatura del héroe homónimo. Es algo que siempre gusta a
los lectores-propietarios y que remite a mi pequeña carrera de ilustrador
(cinco libros en tres lenguas) y al dibujo como recurso de seducción de las
Musas, a que recurro cuando una historia se me entrega muy lentamente.
Sábado y domingo
fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy
por encima de las de los primeros días de la edición 2011. Editores y libreros
bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché,
una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.
Reviviendo mi pasión de infancia por el modelado, elaboré una figura en arcilla que dejé en la caseta como mascota de la serie Gatito |
lleno completo el fin de semana |
La de Kalandraka
es siempre una de las casetas más visitadas. Así lo merecen la competencia y
simpatía de los encargados, que no dudan en completar una información, contar
un cuento, cantar una tonada o recitar una rima (el folclor gallego y en
general de España alimenta muchos de sus álbumes) e incluso decir francamente:
“Eso que usted busca no lo tenemos nosotros, pregunte en la editorial Tal o en
la librería MásCual” .
Parafraseando a la famosa película brasileña: “Bar
Kalandraka, el último que cierra”
|
Kalandraka no
tiene autores superventas de esos que se hacen famosos una temporada gracias a
un best-seller o a sus cualidades
histriónicas en la tele, pero la calidad de sus libros le asegura una clientela
alerta, fiel y entusiasta. Cada día, ante la pausa del mediodía o al cierre de
jornada, cuando ya las otras casetas han bajado la cortina, todavía queda público
en la caseta 172. No en vano Kalandraka ha ganado numerosos premios (al
Nacional de Edición 2012 que ya mencioné antes, se sumó en la primera semana
del evento el tercer premio de libro informativos que otorga la propia Feria).
En los momentos
que me dejó libre el abundante público del sábado pude departir con otros
autores (la chilena María José Ferrada y el africano Boniface Ofogo, por ejemplo) y colaboradores
de Kalandraka.
También pasaron
algunos amigos que hallaron mi nombre en el programa o lo escucharon por
megafonía y hasta con un agente
literario con el cual entré en contacto hace meses vía Facebook o LinkedIn.
Sábado y domingo
fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy
por encima de las de los primeros días de la feria 2011. Editores y libreros
bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché,
una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.
Yo he visto pocos monumentos consagrados al libro. Este rinde homenaje Enrique Tierno Galván por su papel decisivo en la fundación de la Feria del Libro de Madrid, que ya cuenta 72 primaveras. |
Todo escritor es
un voraz lector. Una vez cumplidas mis sesiones de firma de ejemplares, me
asomé a numerosas caseta: curioseando entre novedades y títulos de fondo, hasta
terminar comprando una buena docena.
Entre los libros de Kalandraka que me
gustaron está “De dónde vienen las
cigüeñas”. (textos de Beatriz
Osés e ilustraciones de Miguel Angel Díez. Premio Lazarillo 2006). Botón de muestra:
Cuando sonó el timbre de la casa, la cigüeña se acercó a
la puerta principal hecha un manojo de nervios… Llevaba varios meses esperando
aquella visita. Tragó saliva y notó cómo se le aceleraba el pulso.
Al abrir la
puerta, descubrió a un desconocido que llevaba una cesta en las manos.
La
cigüeña miró enternecida en su interior… El señor venía de París.
Algunos libros de Kalandraka que me gustaron |
Hasta los baños (aseos, como dicen los españoles) distinguen simplemente entre “lectoras” y “lectores”), nada de “damas y caballeros” o “señoras y señores” |
Entre otras
sorpresas, me encontré con Amado del Pino, un compatriota que no veía hace como
20 años. Se encontraba en la caseta de Verbum, presentando un ensayo sobre el eminente dramaturgo, narrador y poeta cubano
Virgilio Piñera.
Ya al margen de
la Feria, pero no lejos de ella, me encontré a otro cubano, este venido
especialmente de la isla para presentar su último libro en el célebre Círculo
de Bellas Artes. Reynaldo González presentaba “Insolencias del barroco”,
ensayos sobre pintura que edita la recién creada editorial Cumbres.
Sin relación con
la Feria, pero siempre a propósito de libros, el martes 4 de junio me fui al
otro lado del Manzanares para asistir a la entrega de los premios de la
editorial Edelvives; acto que revistió la original forma de un concierto de premiación. Fue el rockero
Macado el encargado de presentar a los autores y entregarles los trofeos, entre
canción y canción, y fragmentos de las obras premiadas que leía un profesional
desde el escenario mientras dos pantallas se repartían las imágenes tomadas de
los libros premiados o libremente inspiradas por éstos.
Los escritores Paloma Sánchez Ibarzábal, Elvira Menéndez, Joel Franz Rosell y Marinella Terzi con el galardonado Ricardo Gómez |
Los galardones
fueron para Ignacio Sanz por “El hombre que abrazaba los árboles” (premio Ala
Delta de narrativa Infantil), Ricardo Gómez
por “Juegos inocentes juegos” (premio Alandar de narrativa juvenil) y el
dúo compuesto por la escritora checa Lucie Müllerová y la ilustradora italiana
Serenella Quarello por “El barco volante” (premio de Album Ilustrado). Las dos
primeras obras, ya impresas, nos fueron obsequiadas a la salida de la sala de
espectáculos, pero para tener el premio de álbum ilustrado habrá todavía que
esperar algunos meses.
Macaco es un grupo de rock profesional y comprometido
y puso un ambiente muy especial en la fiesta, a la que acudieron unas 800
personas. El lema de la edición 2013 de los premios
Edelvives: “Suenan libros” ostentaba una grafía que trasmite, en mensaje
subliminar, “Sueñan libros”.
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