6/6/17

CUBA. AUTORES ADULTOS Y LECTORES NIÑOS: HERMANOS DE INTERCAMBIO

La Habana. Editorial Gente Nueva, 2016
Premio Pinos Nuevos
ilustraciones: Ares

Hermanas de intercambio y el pacto con el lector infantil

¿Realismo o desencanto?

Desde mediados de los años 1990, los autores de literatura infantil que en Cuba suplen la falta de una verdadera actividad crítica (que no es la opinión de creadores sobre su obra o la de sus colegas, y a veces amigos, ni la promoción que hacen las editoriales de sus productos y ni siquiera la mayoría de los trabajos universitarios, más elogiosos que exegéticos). Esos autores desdoblados en ensayistas y normativos (al también ejercer como jurados y editores) han defendido la tesis de que el abordaje sin cortapisas de los males de la familia, la escuela y la sociedad en general, es la marca definitoria de la literatura (en realidad se refieren esencialmente a la narrativa) cubana para chicos posterior a 1989.

Lo que yo veo es que la literatura infanto-juvenil cubana contemporánea está fuertemente impregnada del mismo desencanto que Leonardo Padura señala como rasgo característico del conjunto de la creación en la isla. Esa posición o sensibilidad se manifiesta en la narrativa que podemos considerar propiamente realista porque sitúa en un marco (geográfico, histórico, socio-económico, cultural) reconocible, a personajes “comunes” que reciben golpes, enfrentan y a veces (pocas) vencen problemas objetivos -o subjetivos con base objetiva- sin herramientas, estrategias o recursos mágicos, parabólicos o simbólicos. Otra parte, en absoluto desdeñable, de la narrativa infanto-juvenil cubana posterior a 1995 recurre a distopías, parábolas, escenarios no localizados o personajes fantásticos no solo por preferencias estéticas (como Mildre Hernández en su lograda Memorias de una vaca o Luis Cabrera en su atrevido Camposanto florecido) sino porque su necesidad de cuestionar la realidad implicaría un choque castrador con la dificultad que todavía tienen ciertos estamentos para aceptar una representación crítica de la Cuba actual.


No obstante, si hablé en mis primeras líneas de desencanto más que de realismo, es porque no veo en la LIJ cubana actual tanta representación concreta de nuestras realidades (¿alguna vez he leído términos como “reunión del CDR”, “picadillo de soya”, “se cayó del camión”, “batalla de ideas”, “paladar”, “bloqueo”, o la evocación explícita de una calle, de un barrio o de un hecho relevante reciente?). En cambio veo un pesimismo casi programático en gran parte de la producción; sea de corte realista o parabólico-fantasiosa, en forma de libro independiente o integrado a una de las abundantísimas “antologías”.

Pero si puedo entender y hasta compartir la inquietud de muchos frente a ciertos aspectos de nuestra realidad, lo que realmente me preocupa es verla expresada con evidente desconocimiento de las necesidades y posibilidades de comprensión y disfrute  por su destinatario supuesto, que son almas cargadas de futuro.

Para ganar un premio de literatura infantil e incluso para publicar un libro, hoy, en Cuba, parece obligatorio mostrar un niño más o menos infeliz, con los padres divorciados y uno de ellos al menos, alcohólico, ausente, violento, frustrado… sin que se indiquen, en la mayoría de los casos, los motivos sociales de tanta disfuncionalidad: falta de utilidad, mala remuneración y/o de reconocimiento social de la labor ejercida, hacinamiento en una vivienda con malas condiciones, injusticia social, desacuerdo con el Sistema… Parecería que se dice a los chicos: tus adultos son malos porque sí; las dificultades de los individuos y de la sociedad están desconectados de los grandes problemas estructurales o coyunturales de la nación y el mundo.    

ilustración de Ares
Ruptura de contrato

Las fuentes del fracaso de los personajes adultos están a menudo ocultas tras veladas alusiones, símbolos, metáforas u opacas elipsis. Demasiado vagamente para la comprensión o la catarsis a que el joven lector tiene derecho. Abundan (¿predominan?) temáticas, ideas y personajes adultos; pero incluso cuando no es así, la perspectiva y las referencias –culturales, históricas, cotidianas- de los personajes y del propio narrador (frecuentemente una tenue máscara del autor) evidencian que numerosos libros infanto-juveniles cubanos no son libros para niños y adolescentes. Para decirlo más claro: hay demasiado texto ombliguista, más preocupado en mostrar a los colegas el dominio de las técnicas literarias de moda o en aliviar al autor de sus decepciones, frustraciones, cóleras y dudas… sin tener para nada en cuenta la necesidad de sus compatriotas más jóvenes, que en definitiva también son impactados por frustraciones, cóleras y dudas (las mismas y otras que son específicas de su edad).

Hay quien evacúa el problema –del que está perfectamente consciente- con una pirueta demagógica, afirmando que los niños lo comprenden todo, que incluso comprenden mejor que los adultos, que cualquier tema cabe en la literatura infantil si está debidamente tratado… Pero he ahí el problema: que demasiado a menudo aparecen libros para niños de escritores que no conocen ni les interesa conocer a los niños. Lo digo francamente: hay mucho poeta, narrador o dramaturgo que no encuentra lugar en los planes editoriales para adultos y se apea con un presunto libro para chicos única y exclusivamente para tener un título más… y cobrarlo. Y arman su artefacto con el oficio que tienen (un oficio a base de fórmulas que no funcionan en la LIJ), con mucho lenguaje y muy poca trama, y –lo repito- desde un desconocimiento casi completo del infante como lector.

Pero el problema no radica solo en un puñado de oportunistas, sino en parte de la masa que, con la mejor intención, se lanza o instala en la literatura infantil sin conocerla y sin esforzarse en comprender a su destinatario.

Tratar a los chicos como si fueran adultos no es respetarlos. Es, al contrario, depreciarlos (¿despreciarlos?) al punto de no querer conocer sus peculiaridades sicológicas e intelectuales, su rango de vivencias y cultura. Es, sobre todo, no ser capaz de hallar en sus peculiaridades todo lo contrario de una limitación: un vasto horizonte donde explorar y desarrollar invenciones estéticas.

La renuncia a nuestro papel de mediadores entre el niño-adolescente y el mundo me parece imperdonable porque si algo no podemos eludir los adultos, seamos escritores, padres, maestros u otros actores sociales, es nuestro deber de proteger y acompañar a los más nuevos en el difícil tránsito de la vida. Si no estamos capacitados o, peor, dispuestos a cumplir el rol de Mentor, no asumamos la tarea. Al igual que un adulto cualquiera que prefiere no tener hijos por considerarse incapaz de educarlos, un escritor que no se estime suficientemente apto o motivado para conciliar –al precio que sea necesario- su ambición personal y las necesidades del destinatario infanto-juvenil, no debe publicar libros para tan especial público.

Cuando el autor y lector son hermanos           

No son pocos los autores cubanos (de las diversas generaciones en activo) que han salido airosos del desafío que supone la literatura infantil contemporánea: ser un adulto que escribe para niños y adolescentes en una época que ha quebrado la campana de cristal que otrora los aislaba de las realidades socio-económicas, morales, sicológicas… Todo ello sin renunciar (el autor) a la expresión auténtica de su espíritu, ambición e ilusiones de individuo y creador ni sacrificar (en el lector) su derecho a comprender, crecer y disfrutar.

En otra oportunidad extenderé mi análisis a otras obras publicadas en años recientes que han sabido aunar audacia estética y amenidad, en complicidad y no en conflicto con el destinatario niño o adolescente. Entre los que lo han logrado sin abandonar una visión crítica mencionaré libros tan peculiares como: 274, de Andrés Pi Andreu; Alicia, de Yamil Ruiz; La tienda de nadie, de Elena B. Corujo; Manolito y las cosas muertas, de Karel Bofill Bahamonde o Una casa con jardín, de Rebeca Murga y Lorenzo Lunar… Pero voy a detenerme, por ser uno de los títulos más recientes, de uno de los más jóvenes autores del panorama literario nacional, en Hermanas de intercambio, de Eudris Planche Savón, que fuera premio Pinos Nuevos 2015 y ha sido publicado este año por la editorial Gente Nueva, con atinadas ilustraciones del siempre competente Ares.

Hermanas de intercambio es una noveleta breve (92 páginas en formato 16 x 10 cm) dividida, de manera no muy evidente, en varias series de capítulos cortos que pueden ser de dos tipos: la narración “directa” hecha por Camila, una niña de 10 años, observadora e inteligente pero no desprovista de ingenuidad (fuente de sonrisas para el lector adulto y de identificación por el lector juvenil), y los apuntes de la  “libreta-diario” de la propia heroína-narradora. Lo que hace compleja la lectura es la alternancia –de hogares y de protagonismo de las anécdotas- que practican Camila y su hermana Yunieska. Es que se trata de una familia recompuesta: dos niñas que van y vienen de casa de la mamá a la casa del papá, alternándose. La madre de Camila parece “ligera de cascos” (no voy a utilizar la palabra “jinetera” que calificaría demasiado duramente al personaje y que, por supuesto, no la emplea el propio Planche; pese a que su lenguaje no es siempre pedagógicamente correcto). De todos modos, la más mala de la historia es la amargada abuela Hortensia. No mejor paradas salen Kassandra, condiscípula de Camila que pertenece a una familia “maceta”, y la maestra, demasiado sensible a los regalos de la susodicha.

Desde la primera viñeta, muy corta, titulada “Yunieska”, se destaca el estilo irónico y con gran habilidad para decir lo que no parece, del autor y/o la protagonista. Empezando por el hecho de que es hablando de su hermana y de la abuela que la narradora, Camila, se define a sí misma: lúcida, pero subjetiva, muy interesada en la vida ajena y en comprender a los adultos, exagerada, bastante tramposa e incluso un poquito mentirosa… En resumen: una niña deliciosamente compleja e interesante; excelente elección como narradora.

De hecho, lo más interesante del libro es la voz de Camila: su personalidad y manera de contar personajes y situaciones, sean estos importantes o apenas incidentales. La narrativa infantil cubana de este siglo explota mucho la fragmentación, habiendo de hecho creado todo un género nacional con los libros de “viñetas”. Cuando el autor es capaz de adobar su precisa lengua con eficaces “perlas” de la oralidad infantil cubana, ese protagonismo del discurso, y la galería de personajes que dicho instrumento presenta, constituyen en sí mismos un valor narrativo… que una trama de mayor desarrollo quizás no garantizaría.

El centro del libro son los conflictos familiares e interpersonales, con un enfoque nada idealizado de la familia, la escuela y el barrio; de los adultos y de los propios niños. Los recursos narrativos pueden ser innovadores, puestos en función de una representación que si bien, como ya he dicho, se ha convertido en estilema de la reciente narrativa cubana para chicos, refleja no solo nuestra sociedad actual... sino lo muy al tanto que están nuestros benjamines –lo admitamos o no- de sus impurezas. Un ejemplo es esta discusión entre los padres de Camila y Yunieska, en plena crisis de divorcio, donde la división de los bienes incluye a las dos niñas, completamente objetalizadas:

Papá1: Es muy fácil llevarse todo lo nuevo. Hasta cuando voy a perder, la yunieska es nueva y me la quedo yo, al igual que la batidora: la compré por mi mamá, no por ti. Si quieres llévate este mueble y la camila, que están de uso.
Mamá: ¡Nada de eso! Si tú eres inteligente, yo lo soy también. Mejor, para que terminemos con esto de una vez, lleguemos a un acuerdo. Pero primero te digo que el dinero que está en el banco es mitad tuyo y mitad mío, ¿o aceptas o no hay trato?
Papá1: Okey, aunque es fácil para ti decir “mitad y mitad”, ya que el dinero no salió de tu bolsillo. ¿Cuál es la propuesta de la que hablas? ¿Cómo hacemos con la yunieska, la batidora, y la camila?
                                                    p.31

ilustración de Ares
  
Hermanas de intercambio tiene un tema similar (divorcio y recomposición familiar, problemas escolares, adultos egoístas y egocéntricos) al de otros muchos libros infantiles publicados últimamente en Cuba; pero en este caso no se rompe el pacto con el lector puesto que el tratamiento formal, la perspectiva y las anécdotas se basan directamente en el mundo que viven los niños, y en su visión de los conflictos y defectos adultos (los afecten directamente o no). Esos ojos que miran y voz que narra han sido hábilmente construidos por Eudris Planche Savón a partir de una captación eficaz del mundo y la psicología de una infancia… de la que se le siente próximo, y no solo por su propia juventud. Lo confirma esta declaración al diario salvadoreño CoLatino:

La realidad gris la convertimos en un juego. Podíamos estar en la calle desde que salíamos de la escuela hasta pasadas más de las 10 de la noche, jugando un juego tras otro. Juegos de grupo. A través de mi literatura trato de recuperar mucho de esa realidad que viví, aunque por supuesto dándole un enfoque moderno, con niños protagonistas de estos tiempos. El humor siempre tendrá un espacio en mi literatura, por muy cruda que sea la realidad que retrate. La infancia que viví me demostró que siempre hay un momento para la risa...

https://www.diariocolatino.com/traves-literatura-trato-recuperar-mucho-esa-realidad-vivi/

La reconstrucción que de la realidad cubana actual hace Eudris Planche resulta pertinentemente enriquecida por el humor, experiencias personales ficcionalizadas y experimentos formales. Es por eso, pero sobre todo, insisto, por su respeto del niño (tal cual es, y no puesto en un altar) que considero Hermanas de intercambio uno de los buenos ejemplos en que se desmiente el tabú de que escribir críticamente sobre la realidad cubana actual impide la amenidad y la comunicación con el niño real.

Joel Franz Rosell
  
ilustración de Ares


13/4/17

mi primer libro en chino

El paraguas amarillo
publicado en chino simplificado por
Oriental Babies & Kids Ltd.
Nanking; República Popular China






Este libro fue estrenado, también con las ilustraciones Gulia Frances Campolmi, por la editorial gallega Kalandraka (en castellano y gallego), y traducido al italiano en 2012.


El paraguas amarillo.
Autor: Joel Franz Rosell
Ilustradora: Giulia Frances
Editorial: Kalandraka (Pontevedra/Sevilla), 2012ISBN: 978-84-92608-84-5. Colección Cuentos para soñar. 13€. Traducciones al gallego y el italiano. Actualmente, fuera de catálogo y en busca de nuevo editor.

En una ciudad gris, habitada por gente gris, en la que solo se puede fabricar una cierta cantidad de paraguas grises en un día, por error o por deseo de cambio de una persona fue posible que surgiera un paraguas diferente. Un paraguas amarillo, con las mismas esperanzas e ilusiones que las de los otros paraguas: salir a la calle, sentir su tela estirada, notar las gotas de lluvia caer y deslizarse. El paraguas amarillo, por ser diferente, tendrá que luchar más para conseguir encontrar su sitio en un mundo en el que nadie está dispuesto a darle una oportunidad.
Joel Franz Rosell  nos cuenta la historia del paraguas con un lenguaje muy cuidado y lírico, nos invita a reflexionar sobre el valor para innovar, cambiar las cosas. Un libro sobre los anhelos personales, sobre el sentido del deber, sobre las frustraciones que cada uno tiene en la vida y sobre el miedo a las diferencias: estos son los sentimientos de un paraguas pero también son los desafíos que todos debemos afrontar cada día para ser felices. Las ilustraciones de Giulia Frances; con su línea clara y el uso predominante del gris, crean un ambiente perfecto para comprender las emociones y sentimientos de este paraguas amarillo en una ciudad de paraguas grises.
Encarnación Espinosa Astillero.
 Revista Peonza n° 101. Santander (España), junio de 2012.

Este cuento fue el primero que escribí, en 1987 tras un revelador viaje a Ecuador, en que desarrollé el que acabaría por convertirse en mi estilo más personal: una mezcla de realismo y fantasía, de formas de cuento infantil con temas no exclusivamente para chicos que caracteriza mis mejores libros: Los cuentos del mago y el mago del cuento (que lo incluye en su primera versión en castellano), Aventuras de Rosa de los Vientos y Juan Perico de los Palotes, Vuela, Ertico, vuela, y otros. 
También lo incluí en Era uma vez um jovem mago, mi primer libro brasileño y que lo puso, traducido al portugués por Laura Sandroni, por primera vez en manos de lectores.


20/3/17

Feria Internacional del Libro en Cuba



Taita Osongo: el camino del monte
Editorial Gente Nueva. La Habana, 2016
fue mi libro para la XXV edición de la Feria Internacional del Libro

no hay que confundirlo, pese al nombre del protagonista
en el título, con la novela 
La leyenda de Taita Osongo
una novela para adolescentes que en parte precede y en parte continúa
el episodio contado en este librito para niños de 2016.
Ambos textos narran historias completas y pueden ser leídos en cualquier orden.




Estuve en Cuba entre febrero y principios de abril, participando en la XXVI Feria Internacional del Libro de La Habana que cumpliera, entre el 9 y el 19 de febrero pasado, su etapa capitalina en su habitual sede de la fortaleza colonial La Cabaña.

Tres semanas después comenzaron las 16 ferias de las capitales de provincias: de menos envergadura por la cantidad de títulos y asistencia, pero no de menor importancia por la variedad de actividades literarias, por la expectativa del público e incluso por el lanzamiento de títulos que no llegaron a tiempo para la feria internacional. De estas fui invitado a las ferias de Cienfuegos (8 al 12 de marzo) y Santa Clara (29 de marzo al 2 de abril), ambas en el centro del país.

Esta edición de la FILH tuvo como país invitado a Canadá.


siempre multitudinaria la FILH
y repletos los ómnibus que allí van

El plato fuerte de las ferias son los nuevos títulos y su presentación ante un público que a veces está compuesto por un puñado de iniciados y otras por "simples" lectores. En mi caso, me tocó este año presentar mi libro Taita Osongo: el camino del monte (estreno mundial) ante un variado grupo de niños y adolescentes. Por sus ilustraciones, que son mi autoría, el libro es para chicos de 8 a 10 años, pero el texto puede ser disfrutado por lectores de cualquier edad.



Taita Osongo: el camino del monte es mi libro número 31 y primero en Cuba del que soy igualmente ilustrador. En rigor, ya antes los cubanos pudieron ver algo de mi trabajo como ilustrador en la primera edición de mi novela casi homónima La leyenda de Taita Osongo” (Ediciones Capiro, Santa Clara, 2010); pero entonces se trataba de mis primeros dibujos en blanco y negro y para lector juvenil; mientras que ahora se trata de un album ilustrado, trabajo más complejo, con ilustraciones a color y página completa.




 Las ferias y salones del libro sirven, entre otras cosas, para encontrarse con los amigos

con el reconocido editor Esteban Llorach

junto al escritor y editor Enrique Pérez Díaz
con el joven escritor Yunier Serrano
Para conocer el trabajo de los colegas
la experimentada narradora María Elena Llana

el talentoso poeta y narraor Nelson Simón
con el brillante narrador Sindo Pacheco, residente en Estados Unidos

con mi excondiscípula y brillante crítico Carmen Sotolongo
y para eventos diversos, como el quincuagésimo aniversario de la editorial Gente Nueva, la principal editora cubana de libros para chicos, y una de las más antiguas del sistema editorial del país.

En Gente Nueva publiqué mi primer libro (El secreto del colmillo colgante, en 1983) y mis dos últimos títulos cubanos: Tito y su misteriosa abuela (2015) y Taita Osongo: el camino del monte (2016).

mesa de directivos de Gente Nueva en sus 50 años de existencia.
De izquierda a derecha: Esteban Llorach (editor), Enrique Pérez Díaz (director durante la primera década del siglo, Hermes Moreno (director de 2014 a 2016), Elenia Rodríguez (directora entre mediados de los 70 y finales de los 80) y Maria de los Angeles Navarro (actual directora)

La feria en las provincias 

Tras la versión internacional, en La Habana, comenzaron las ferias de libro de las capitales de provincias. La primera a la que asistí entre éstas es la de mi ciudad natal, Cienfuegos (del 8 al 12 de marzo), donde impartí una conferencia, presenté un libro y leí un cuento inédito.
con Mirta Luisa Acevedo, investigadora literaria
y promotora cultural cienfueguera

durante la presentación de la conferencia "Verdades y mentiras en torno a la literatura infantil y juvenil"
en el Museo Provincial, una de las sede del programa de conferencias y presentaciones

una librera desempaca los poquísimos ejemplares de mi libro "Taita Osongo: el camino del monte"
que fueron puestos a la venta en Cienfuegos

También participé en varias de las excelentes y concurridas tertulias de la Perla del Sur. Por ejemplo la peña de Ian Rodríguez, donde se cede la palabra a narradores y se presentaron libros y (la foto) el último número de la revista Ariel.


En una de esas tertulias, la que coordina el narrador y poeta de Cruces (localidad de la provincia cienfuegos donde pasé mis primeros tres o cuatro años), tuve mi mejor público. La Juerga de los Poetas es un espacio popular (la sala abre puertas y ventanas al concurrido boulevard, y muchos de los que pasan se quedan a escuchar) y leí un cuento que yo creía todavía inédito (acaba de aparecer en la selección Comer con los ojos, de la editorial Cauce) y narré oralmente el único de mis textos que me sé de memoria, "Sueños" (tomado de Los cuentos del mago y el mago del cuento www.cuentosdelmagodelcuento.blogspot.com). Ambos tuvieron una excelente acogida, entre otras razones porque no son propiamente cuentos infantiles, sin de esos que puede disfrutar el adulto tanto como los chicos (cuentos estereofónicos, me gusta llamarlos).

LA FERIA DE SANTA CLARA es quizás la mejor del país por la organización, la estética, y el número y calidad de las actividades

Las ferias del libro son en Cuba eventos tanto políticos como literarios
Aunque en el acto de inauguración de la Feria de Santa Clara supieron ser muy sobrios,
la evocación de Fidel Castro, fallecido unos meses después de cumplir sus muy sonados 90 años

La gala inaugural fue esta vez celebrada entre la biblioteca provincial y el parque Vidal, donde estuvieron instalados los kioscos de venta y se desarrollaron la mayoría de los actos literarios. Una buena forma de comunicar y de atraer al público. El espectáculo estuvo a cargo de jóvenes bailarines y actores que desarrollaron varias alegorías en torno al libro. 
En el público de mi encuentro con lectores de la biblioteca Martí, figuran niños y adultos
 (en primer plano mi excondiscípula y excelente amiga Carmen Sotolongo y el editor Esteban Llorach)

el Premio Nacional de Literatura Reynaldo Gonzáles corta
el cake inaugural de la Feria del Libro de Santa Clara


presentación de los jóvenes 

presenté mi libro Taita Osongo: el camino del monte
en la escuela primaria aledaña a la fábrica Sakenaf
dentro de programa de "extensión" de la Feria

presentando Taita Osongo: el camino del monte 
en el espacio infantil Tesoro de Papel
El grupo de teatro Alánimo acompañó la presentación de mi libro
Taita Osongo: el camino del monte
con una muestra de su impresionante talento teatral
UN BONITO ENCUENTRO EN LA BIBLIOTECA "MARTÍ" 
que siempre visito durante mis estancias en Santa Clara.
Allí me hice lector a fines de los 60, allí mecanografié la primera novela que mandé a un premio literario en 1977 y con la cooperación de los niños de su taller literario infantil (que dirigí durante varios años) pude hacerle los necesarios ajustes al que sería mi primer libro publicado: El secreto del comillo colgante (1983)

compartí mesa con el escritor Luis Cabrera Delgado y el editor Esteban Llorach

los niños del club de lectores de la Biblioteca Martí hicieron una lectura
escenificada de "La leyenda de Taita Osongo" (que cuenta con dos ediciones cubanas:
la de Capiro, con mis dibujos (2010) y la de Ediciones Matanzas (2015), tantas como en Argentina
Francia y México. Es mi libro más versionado, puesto que también ha sido traducido
al portugués. Recibió el año pasado el premio La Rosa Blanca y fue seleccionado por el Banco del Libro de Venezuela, en 2009, como uno de los mejores libros juveniles de América Latina 

Mi libro de más éxito en la provincial central de Cuba es "La tremenda bruja de La Habana Vieja"
(en su versión abreviada, publicada por Capiro en 1999) y fue objeto de otra lectura teatralizada

Varias de mis actividades en la Feria del Libro de Santa Clara
tuvieron por escenario la casona del comité provincial de la Unión de Escritores y Artistas
 (UNEAC) que es simpre uno de los principales escenarios de la feria
pese a estar un tanto apartado de la plaza que sirve de centro a
la actividad cultural de Santa Clara, en tiempos de feria o no

mesa en torno a la representación de la familia, la mujer y la cuestión de género
en la actual narrativa cubana para niños y jóvenes. Tuvo lugar en el marco del
espacio Gobierno de Mujeres de la escritora Maylén Domínguez (derecha)

poetas en el espacio Gobierno de Mujeres que coordina Maylén Domínguez
en la UNEAC villaclareña









La tercera novela detectivesca juvenil cubana cumple 40 años

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