En esa dirección ha lanzado una campaña de imformación sobre la realidad de la remuneración que recibimos, en concepto de derechos de autor, los escritores e ilustradores que nos dedicamos en Francia al libro para chicos.
Es que si el volumen de negocios que mueve la edición francesa es impresionante, los porcentajes de remuneración e incluso el respeto de algunos de los derechos de los autores e ilustradores se ven amenazados cada día.
La campaña está formada por fotos de diversos autores e ilustradores en su ambiente natural y con un objeto de consumo corriente, cuyo precio se compara con la cantidad de ejemplares necesarios para cubrirlo.
Yo escogí una de las golosinas más populares de Francia: el "pan-chocolate", tan presente en los desayunos y meriendas como el famoso croissant. El precio medio de un pan-chocolate gira en torno a 1,20 euros, y la remuneración de referencia es una novela para chicos que se vendiera a 10 € con de 6% sobre el precio de tapa (en literatura para adultos y en historieta es 10%). En realidad, el cáculo es más que generoso, pues en la realidad, nos proponen 5% del precio de venta y el 6% solo se alcanza a partir de los 12 mil ejemplares que supondría una segunda o tercera edición. En Francia, yo solo he publicado álbumes ilustrados desde 2004, y en ese caso la remuneración puede caer a 4 ó incluso 2%. Esos álbumes se venden aproximadamente a 13€, pero mi best seller está en una edición que, pese a su calidad, solo se vende a unos 5 euros.
Así que, en la práctica, para pagarme un pan-chocolat tendría que sacrificar los ingresos generados por cuatro o cinco de mis más recientes libros franceses.
La campaña no tiene por objeto atacar a los editores que no son, los que se llevan la mejor parte de las sumas generadas por la venta de los libros. Es todo un sistema que hay que revisar, puesto que los costos de difusión y distribución se han descontrolado en una verdadera crisis de superproducción que reduce al mínimo la rentabilidad y duración en el mercado de cada título. La calidad y sobre todo el trabajo de los creadores son las víctimas de conceptos y técnias de marketing extrapoladas por la sacrosanta economía neoliberal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario