Mi texto sobre la ciudad brasileña de Olinda (cerca de Recife) que yo había visitado y amado en 1991 ó 1992, cuando aún residía en Brasil. Esta bella ciudad colonial fue declarada Patrimonio de la Humanidad y suscitó mi publicación más traducida puesto que apareció en la treintena de versiones que por entoces se imprimían en todo el mundo de El Correo de la UNESCO.
|
montaje de fragmentos en diversas lenguas |
En las semanas siguientes a la publicación de las tres versiones (español, francés e inglés) que se hacían en París, fui recibiendo varias de las ediciones en otros países. No recibí más que una ínfima parte, pero siempre era una agradable sorpresa. A menudo tuve que buscar una indicación sobre la lengua, pues muchos alfabetos me resultaban desconocidos.
|
tan exótico me resultó el sobre de la edición india que lo he conservado |
Tuve una inmensa suerte con ese número, pues no solo coincidí en él con Garcia Márquez, por ejemplo, sino que el artículo de tapa, del pensador francés Edgar Morin me permitió descubrir su noción de complejidad y aplicarla al libro que en esos momentos tenía en proceso de escritura. A leer en el artículo de Morin: "Complexus significa que está tejido junto", di una vuelta radical a mi libro "Vuela, Ertico, vuela" (Ediciones SM, Madrid, 1996) creando el personaje de la alfombra voladora Complexus, y dándole un sentido casi filosófico al hecho de que dicha alfombra, que en la historia se ve tejida y destejida, posee cualidades diferentes en sus dos estados.
Vuela, Ertico, vuela
(Ediciones SM, 1997-2013)
debe sus mejores páginas a la influencia de Edgar Morin
mi libro número 30
"Tito y su misteriosa abuela"
(Gente Nueva, 2016) incluye la nueva versión del libro
en que debuta Complexus, la alfombra volardora y parlante
Evidentemente, el hecho de que este artículo haya sido publicado en una treintena de lenguas, no significa que yo sea un escritor publicado en igual proporción. Tengo varios libros publicdos en dos, tres, cinco... y hasta uno en diez lenguas.
Pero no voy a ufanarme de lo que no es...como hacen ciertos colegas inescrupulosos que gustan ornarse con plumas recogidas en el suelo. A veces plumas de gallina, gorrión o cuervo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario