18/4/16

Estreno en francés mi serie Gatito, ya conocida en nueve lenguas



Al fin ha comenzado a publicarse en francés mi serie Gatito, estrenada por la excelente editorial española Kalandraka en 2012.

Si Francia se ha retrasado en la adquisición de los derechos de estos álbumes para niños de 3-5 años, ya traducida en hasta nueve lenguas, se lanza al ruedo con tal vigor que tras "Gatito y el balón", en marzo...



;... el 17 de junio, pocos días antes del comienzo oficial del verano ha salido "Gatito y las vacaciones"...

y  "Gatito y la nieve" saldrá en noviembre. 

                  

Y la acogida crítica tampoco ha sido lenta o fría. Entre las notas aparecidas en la prensa electrónica dedicada al libro francés, escojo y traduzco una que me parece mejor que todo cuanto he visto  en castellano:

Petit Chat et le ballon es un álbum preciso y sobre todo pertinente en sus acertados criterios. Desde la tapa me enterneció la expresiva carita de Gatito, sosteniendo inocentemente y con aire algo perdido un balón. El álbum nos relata el nacimiento, frágil al principio pero cada vez más sólido, de la camaradería en torno a un objeto común. Aprecié particularmente la reacción positiva de la madre de Gatito, que sensibiliza a su hijo en la cuestión del respeto de la propiedad ajena. Al incitarlo a buscar al propietario del balón, la madre propicia el encuentro con otras personas y estimula al pequeño a tomar iniciativas y a abrirse a los demás gracias al elemento federativo que es jugar con balón y hacer amigos. 

Me ha gustado particularmente la forma en que el texto subraya la función materna ya que corresponde exactamente con mi propio concepto  de una educación positiva y constructiva. 



El resto de la historia transcurre fácilmente : la compañía de Pata da a Gatito la confianza para visitar el edificio. Siempre en una atmósfera afable y respetuosa, se va formando una pandilla (algo que solemos ver  en álbumes que abordan el tema de la amistad donde el héroe reúne un grupo de amigos), y así se valoriza la idea de compartir, de constituir una comunidad, de construir lazos de amistad a través de un juego colectivo.

Yo misma crecí en un edificio y allí, jugando con el hijo de la señora que me cuidaba (la cual vivía en otra ala del edificio), llamábamos a la puerta de un amigo y del amigo de un amigo hasta reunirnos todos en el patio, donde jugábamos a la pelota, andábamos en bicicleta o jugábamos al escondite. Crecimos juntos  y, ya adolescentes, continuamos reuniéndonos (aunque con menos frecuencia) a conversar y reírnos. En resumen, los temas y la manera de contar la histoire me hablan y reaniman recuerdos de infancia. Es un álbum pertinente y realista cuyo otro punto positivo son las ilustraciones con un trazo redondo y naif, delicadamente coloreado, con un grafismo tierno y expresivo, actitudes cautivantes y conmovedoras. Del conjunto se desprende una serenidad que sin dudas genera confianza en el joven lector. El mensaje es universal : el conocimiento de sí mismo pasa por el descubrimiento de los demás,  la emancipación individual pasa por la atención a los otros: amigos o parientes que se encuentran en torno a un objeto, actividad o afición que comparten con gusto.

Firmado: Léa
Fuente: 

http://souslefeuillage.blogspot.fr/2016/03/petit-chat-et-le-ballon.html 


La publicación de un libro en otra lengua (otro país) no da solo a otras personas la posibilidad de conocer lo que uno ha escrito en una tierra y/o cultura quizás lejana. También nos da a los autores la posibilidad de redescubrir nuestra obra, puesto que cada colectividad interpreta o descubre en la obra aristas que pueden haber escapado a quien se supone que mejor la conoce: su propio autor.

En la mayoría de las notas que he leído sobre la reciente edición francesa de mi libro "Gatito y el balón" he descubierto el interés que genera el respeto de la madre de Gatito por la propiedad ajena. Yo consideraba esto como un simple detalle en la breve historia, pero aparentemente el problema del respeto a la propieda es tan importante en este país que llama particularmente la atención de los críticos.

De modo que las lecturas ajenas sobre un libro propio pueden también ayudar al autor a conocer mejor el país en que su obra se publica. Incluso si, como en este caso, es el país donde vivo.








La serie Gatito ya ha sido publicada en por lo menos cinco lenguas (nueve en el caso del primero de la serie): castellano, catalán, gallego, vasco, inglés, italiano, portugués, coreano, chino y ahora francés.


Durante la reciente Feria Internacional del Libro de Bolonia, mi editor YEH Chun-Liang presenta la flamante edición francesa a su ilustradora, Constanze Von Kitzing.

catálogo de primavera de HongFei, editorial francesa inicialmente centrada
en la cultura china y actualmente abierta a la diversidad cultural de nuestro mundo


1 comentario:

nemo dijo...

Una vez más queda demostrado que Joel Franz Rosell, con libros publicados en 12 países y 10 lenguas es el más internacional de los escritores cubanos para chicos. ¡Felicidades-

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