En febrero 2013 estuve
en Cuba, y visité por primera vez en 30 años mi ciudad natal de Cienfuegos (la
"Perla del Sur", con justicia así llamada).
También asistí al Encuentro de
Literatura Infantil, en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana, donde presenté la primera traducción francesa del clásico cubano La Edad de Oro (José Martí, 1889) cuyos dos primeros tomos han sido editados por L'Atelier du Tilde, asociación editorial de Lyon, Francia.
Apenas regresar, a principios de marzo, viajé por primera vez a Bogotá, invitado al Congreso Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil para intervenir en la mesa Compromisos de la LIJ junto a la portorriqueña Georgina Lázaro, el uruguayo Federico Ivanier y el colombiano Jairo Buitrago (mi comunicación, titulada “La literatura infantil: un doble compromiso (terceros, abstenerse)” defiende la función estética sobre cualquier función educativa”.
Una llama (¿un guanaco?) en la plaza central de Bogotá
Entre los muchos escritores a quienes conocí o volví a ver están los que
compartimos lecturas con los chicos colombianos en el Picnic Literario del
Parque Nacional: las galardonadas Marina Colasanti (Brasil), Maria Teresa
Andruetto (Argentina), Yolanda Reyes y Gloria Cecilia Díaz (Colombia) y los
cubanos Antonio Orlando Rodríguez y Sergio Andricaín.
En la segunda quincena de
marzo, unos días después de mi regreso de Colombia, me trasladé a la
localidad de Gien, a unos 150 al suroeste de París para participar en el Salón
del Libro Infantil donde conversé sobre todo con los jovencísimos lectores de
mis libros “Petit Chat Noir a peur du soir” (inédito en castellano) y la
traducción francesa de “El pájaro libro”.
el Salón del libro de Gien se desarrolla entre las venerables murallas de un castillo medieval
De allí salté al Salón Internacional
del libro de París, donde firmé ejemplares de los libros que he publicado en la
Guayana Francesa y entrevisté al colega guadalupeño Lemy Coco.
También durante los primeros
meses del año hice una serie de interesantes talleres. Entre otros, trabajé con chicos del colegio Gerard Philippe de Soissons, por cuenta de la Maison des Ecrivains y con alumnos de español del liceo profesional de Nemours.
Pero el proyecto más ambicioso fue el organizados por
asociación de bibliotecarios Bib’Gang para el ambicioso proyecto
“Embarquez-vous pour l’Amérique Latine” desarrollado en nueve escuelas de diversas
localidades del Calvados, en el norte de Francia.
No solo de libros vive el escritor. “Los viajes forman la juventud” se acostumbra a decir en Francia, y para un escritor (especialmente de libros infantiles) es esencial mantenerse joven (es decir, en formación). Así que mis viajes, por literarios que sean, también incluyen un poco de turismo.
El 30 de mayo llegué a
Madrid para participar en la Feria del Libro de la capital española. No tenía
novedades editoriales, pero sí fue la primera (y única hasta ahora) oportunidad
de frotarme con los lectores de mis dos últimos libros ibéricos: “Gatito y la
nieve” (publicado en diciembre de 2012) y “El paraguas amarillo” (enero 2012).
Ambos fueron editados por Kalandraka, editorial que mereciera el Premio
Nacional de Edición de dicho año y que, por esa razón fue visitado por la reina
Sofía de España en su visita inaugural de gran evento editorial español.
En julio visité una región de Francia (vasto y variado país con su medio millón
de kilómetros cuadrados) que aún no conocía: el Armagnac (sudoeste), tierra del
mosquetero D’Artagnan. Fui allí invitado al Festival de Salsa de
Vic-en-Fezensac. No fui invitado a bailar y mucho menos a tocar música popular
cubana, sino en calidad de Invitado Literario de la vigésima edición del que
quizás sea el mejor festival de salsa de Francia. Departí con un interesado
público sobre cómo se formó mi vocación de lector primero y escritor después en
el marco de la construcción de la literatura infantil cubana a partir 1959.
En septiembre volví a Colombia, invitado a una serie de eventos en el marco de la VII
Fiesta del Libro y la Cultura de la dinámica ciudad de Medellín, entre ellos el
XXII Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil, el XXI Juego
Literario de Medellín, el Encuentro de Abuelos Cuentacuentos y la Feria del
Libro. Mi estancia fue coordinada y financiada por la Fundación Taller de
Letras Jordi Sierra i Fabra, que me llevó al encuentro con chicos de escuelas
públicas y privadas de la ciudad y sus alrededores.
En octubre viajé por primera vez a la hermana isla de Puerto Rico, invitado al
Festival de la Palabra. Allí compartí con varios de los 79 escritores procedentes de ambos
lados del Atlántico.
Hice varios talleres con chicos y participé en
dos mesas redondas (junto a la argentina Ana Maria Shuá y los boricuas Zulma
Ayes y Carlos Vásquez Cruz), y aproveché la ocasión para visitar la antigua
capital colonial, San Juan Viejo.
Entre el 18 y el 20 de octubre
viajé a Nantes para celebrar con la asociación Hola Cuba! el Día de la Cultura Cubana. Un pequeño pero
cálido evento con conferencia, recital, exposiciones… y que me permitió conocer
la ciudad de mi admirado Julio Verne.
En esta ocasión repetí la conferencia
impartida en Vic, pudiendo esta vez ilustrarla con una amplia y en parte
inédita iconografía.
Nantes no ha rendido a Verne
tantos homenajes como merece. Pero al menos, en el barrio donde pasó su
infancia y adolescencia hay un conjunto escultórico donde una estatua de Verne
niño contempla a un Capitán Nemo.
Regresé de Nantes en la locomotora de un Tren de Alta Velocidad (TGV en francés, no confundir con el AVE español, de otra tecnología). Por supuesto, no fui yo quien condujo el tren.
En noviembre no viajé, pero celebré mis Bodas de Perla con la literatura con la
publicación de mis dos libros del año, ambos latinoamericanos: "El secreto
del colmillo dorado", nueva versión da la novela policíaca para chicos
-casi homónima- con la que inicié mi bibliografía a fines de 1983 en La Habana
y que, en esta nueva versión es mi primer libro colombiano (Editorial Libros
& Libros).
Casi al mismo tiempo apareció mi novela fantástica “Concierto
n°7 para violín y brujas”, una obra nueva, escrita este mismo año, que es mi
segundo libro editado por el Fondo de Cultura Económica (México).
No puedo quejarme de 2013, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario