24/8/25

MI PRIMER LIBRO ESPAÑOL CUMPLE 30 AÑOS

 LOS CUENTOS DEL MAGO

Y EL MAGO DEL CUENTO

Ediciones de la Torre

Madrid, 1995 y 2006

Ilustraciones de Biblioteca de Lastanosa

(Francisco Meléndez y Justo Núñez)

96 páginas

A partir de 11 años



https://www.casadellibro.com/libro-los-cuentos-del-mago-y-el-mago-del-cuento/9788479600082/496605?srsltid=AfmBOoqdDakBM8sYpBjvR3ChTN0tAYfHTFFlbDPgSShb58a4Nn1hQMRC

https://www.amazon.es/cuentos-mago-cuento-Alba-bicolor/dp/847960008X

Los cuentos del mago y el mago del cuento

LOS CUENTOS DEL MAGO Y EL MAGO DEL CUENTO fue mi tercer libro (precedido cuatro años por una versión brasileña que luego corregí y aumenté). Fue también mi primer libro español y el más antiguo que tengo en catálogo. Premio La Rosa Blanca de la Unión de Escritores de Cuba otorga a los mejores libros infantojuveniles publicados en el año.

Era uma vez un jovem mago (Editora Moderna. Sao Paulo, 1991)
primera versión de Los cuentos del mago...
Traducción de Laura Sandroni, ilustraciones de Rui de Oliveira


LOS CUENTOS DEL MAGO... marca mi mayoría de edad como escritor, cumple treinta años. Es particularmente importante para mí porque fija el cambio de estilo que, a partir del cuento "El paraguas amarillo" (estrenado en la Casa de la Comedia, en La Habana, 1987, al graduarme como narrador oral bajo la batuta de Francisco Garzón Céspedes) me llevó a inventar (¿descubrir?) lo que llamé Fantasía Comprometida y que confirmé en libros como Las aventuras de Rosa de los Vientos y Juan/Perico de los Palotes (1996) y Vuela, Ertico, vuela (1997).

en este ordenador hice la última versión de 
Los cuentos del mago y el mago del cuento
(foto tomada en el hotel Skeikampen. Noruega, diciembre 1992)

Entre los once textos de este libro están los tres (“El paraguas amarillo”, “Castillos van, castillos vienen” y “Había una vez un joven mago” con los cuales descubrí mi propia identidad como escritor, textos en los cuales el hecho de dirigirme a un público infantil no me impide expresar mis preocupaciones, sueños y frustraciones personales, textos donde la fantasía y la realidad se combinan para penetrar mejor los problemas del hombre (y el niño, por supuesto). Este libro presenta la singularidad de haber sido el primero que publiqué en traducción (de Laura Sandroni: Era uma vez um joven mago. Editora Moderna. Sao Paulo, 1991) antes que en castellano. Después he tenido muchos más libros en esa circunstancia (a veces traducidos por mí mismo y hasta concebidos directamente en francés). Pero nunca el plazo que separó ambas versiones fue tan largo, y eso explica las grandes diferencias entre las versiones de 1991 (8 cuentos) y la de 1995 (11) de Los cuentos del mago y el mago del cuento.

presentación de la versión brasileña en Campos de Goitacazes (1991) y de mis tres últimos libros españoles en la escuela Federico García Lorca, París (1998)


Mi tercer libro es una obra coherente pese a que las narraciones que lo integran pueden ser de estilo, longitud y edad de destinatario ideal bastante diversos. Es por eso que he ido devolviendo la independencia (prevista desde el principio) a algunos de sus componentes. El primero cuento en emprender nuevo viaje fue “Así comenzaron las aventuras de Rosa de los Vientos y Perico de los Palotes”, que incubó nada menos que ocho cuentos-capítulos para transformarse en la novela Aventuras de Rosa de los Vientos y Juan Perico de los Palotes (tres edicione con ligeras modificaciones: Capiro. Santa Clara, Cuba, 1996, Grijalbo-Mondadori. Barcelona, 1996, y Alfaguara. Buenos Aires, 2004; sin hablar de la versión ampliada y corregida Los aventureros de la cometa publicada por Panamericana. Bogotá, a comienzos de 2020). Consideré este como mi mejor libro hasta La leyenda de Taita Osongo (2004) y esta impresión fue confirmada por la Biblioteca Internacional de la Juventud, con sede en Munich, Alemania, al designarlo como uno de los mejores libros infantiles publicados en el mundo (Selección The White Ravens 1997).

diversas versiones de
LAS AVENTURAS DE ROSA DE LOS VIENTOS Y JUAN/PERICO DE LOS PALOTES

primera de las 16 ediciones de VUELA, ERTICO, VUELA


Sin sufrir otra cosa que pequeñas correcciones, el cuento “Castillos van, castillos vienen” terminó publicado como álbum ilustrado bajo el título La chanson du château de sable (Ibis Rouge, Matoury, marzo 2007) y La canción del castillo de arena (A Fortiori, Bilbao, septiembre 2007; la misma editorial lo tradujo al vasco). Este álbum fue el segundo libro donde, además del texto, compuse las ilustraciones. El tercero de los Cuentos del mago… que emprendió vuelo en solitario fue "El paraguas amarillo" (Kalandraka. Pontevedra, 2012; traducciones al italiano y el chino).
La última reencarnación del libro que comento se produjo con la inclusión de "La familia espantapájaros" en mi quinto libro argentino: Sopa de sol y otros juegos de la imaginación (Tinta Fresca, 2011)... y su reaparición en la versión ampliada, corregida y por mí ilustrada "Había una vez un espantapájaros" (Hillman. Bogotá, 2015).









Los cuentos del mago y el mago del cuento es probablemente mi libro más comentado (elogiosamente, además) por la crítica. Diego González del Valle afirma en la revista Peonza # 39 (Cantabria, 1995):
"Al igual que el título de este su último libro, algunos de los cuentos que contiene presentan una estructura circular, simétrica, de ida y vuelta. Son relatos escritos desde un sentido poético del lenguaje y en los que hay presencia dela tradición oral junto a otros elementos narrativos de gran modernidad: es posible rastrear la huella de la estructura del cuento maravilloso de Propp en “Había una vez un joven mago”, la fantasía de los extraordinario de Rodari en “¡Socorro, se hunde la casa!” o la fantasía de lo cotidiano de Cortázar en “Historia musical”. Cuentos para leer y releer..."
bocetos para una eventual tercera edición
de LOS CUENTOS DEL MAGO...


Por su parte, el investigador cubano Ramón Luis Herrera en el Gran diccionario de autores latinoamericanos de literatura infantil (Ediciones SM. Madrid, 2000), escribe:
"El conjunto marca una ruptura respecto de sus libros anteriores, mediante la presencia, común al conjunto, de temáticas de universal humanismo, comunicadas a través de una prosa de depurada elaboración, poseedora de ostensible riqueza simbólica, que logra momentos de intenso y, a la vez, sobrio lirismo. El primero de los cuentos sobresale por su agudo humor, rasgo que se repite, en clave poética, en el antológico “La familia espantapájaros”. Otras historias, como “La fotógrafa” y “El paraguas amarillo”, también destacan por su poesía, al tiempo que narran argumentos de sólida estructura" .
mi escritorio en Copenhague, en la época en que terminé 
Los cuentos del mago y el mago del cuento

De "contra" (así se decía en Cuba) o ñapa, aquí va el cuento que más ha rodado gracias a su difusión por cuentacuentos en España, Cuba, Argentina...



SUEÑOS
Había una vez un hombre que soñaba. Soñaba mucho y tan intensamente que se convertía en la materia de sus sueños.
Fue así desde chiquito y sus padres se habituaron a encontrar en la cuna un conejito, un biberón o una pelota de lunares azules en lugar del niño dormido.
Cuando el hombre que soñaba se casó, lo primero que hizo fue sentarse en un borde de la cama matrimonial y decirle a su mujer: a mí me pasa esto y lo otro.
-Bueno -contestó ella-. A todo se acostumbra una cuando hay amor y confianza.
Al principio les fue bien. La esposa hasta encontraba excitante despertar en medio de la noche y descubrir a su lado un enorme zapato con los cordones sueltos, un ramillete de flores relucientes de rocío o un unicornio de crines celestes.
Pero el hombre también tenía pesadillas y una noche fue despertado por los chillidos de su aterrorizada mujer.
Nunca podremos saber en qué se había convertido esa vez, pues ella a nadie lo dijo. El caso es que nuestro hombre, decidido a todo, fue a ver a un tío suyo que era médico, mago e inventor.
-¡Bah, bah, bah; no es para tanto!- le respondi-. Mira, aquí tienes estas pildoritas: tómate una cada noche y sanseacabó.
Las píldoras eran cuadradas, transparentes como gotas de lluvia y, lo más extraordinario, llevaban dentro un hombrecito dormido. Cada vez que nuestro héroe se pusiera a soñar, el transformado sería el personajillo de la píldora.
Desde ese día, la esposa del soñador pudo descansar tranquila.
Pero un mes más tarde, el que se había enfermado de pura tristeza era él.
-Antes, dormir era una linda aventura; ahora, me paso la noche con la cabeza en blanco, es decir, en negro: mi sueño es como un televisor apagado.
Esta vez la que se consultó con el tío médico, mago e inventor fue la mujer.
-Prefiero morirme de susto a que él viva como un pozo seco.
El tío sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda:
-Todo tiene solución cuando hay confianza y amor- sentenció y le puso en la mano un frasco de píldoras estrelladas, transparentes, en cuyo interior giraban volutas de un vapor añil.
-Tómate una siempre que vayas a dormir. Y dile a mi sobrino que suspenda el tratamiento que le indiqué.
Desde esa noche, el hombre volvió a soñar y a convertirse en zapato gigante, en ramo de flores, en unicornio de crines azules... y su mujer no tuvo despertares sobresaltados porque ella también soñaba: que era el pie que calzaba el zapato, el vaso que sostenía las flores, o la amazona de ojos marinos que, sin bridas ni fatiga, cabalgaba el unicornio.

(Creé este cuento en La Habana, diciembre de 1988 en una improvisación en portuñol para la que un mes después sería mi esposa...)

Diciembre de 1988 en el apartamento del Vedado (La Habana)
en que escribí los primeros textos del que sería mi tercer libro;
"El paraguas amarillo", "Castillos van, castillos vienen", "Había una vez un joven mago"
 y "Sueños"

22/8/25

Entrevista | Joel Franz Rosell: “Soy un escritor lento, minucioso, a menudo insatisfecho”

Entrevista | Joel Franz Rosell: “Soy un escritor lento, minucioso, a menudo insatisfecho”: Joel Franz Rosell: “Las sociedades que aspiran a tener ciudadanos conscientes saben que la lectura desarrolla el espíritu crítico.”

Diversas | 02/06/2025




Joel Franz Rosell, nacido en Cuba en 1954, es un destacado escritor de literatura para niños y jóvenes, pero también traductor, crítico e ilustrador de libros. De formación filólogo, graduado de dicha especialidad en la Universidad Central de Las Villas, Cuba, y en la Sorbona, Francia, ha ejercido también como docente, bibliotecario y periodista. Su obra ha sido publicada en una docena de países, en particular en Cuba, Colombia, Brasil, México, España y Francia, tanto en español como en portugués, gallego, vasco, italiano, inglés, francés, chino, catalán, coreano y japonés; en fin un autor muy traducido y de amplia y reconocida labor creativa.

Su obra narrativa es muy relevante, tanto cuentos como novelas. Se le deben cerca de cuarenta títulos, así como un interesante trabajo como ilustrador. Ha publicado más de 200 artículos y ensayos en diarios, revistas y publicaciones electrónicas de Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, México, Suecia, Panamá y China. Su obra se ha caracterizado por su vuelo imaginativo, su sentido del humor y su incansable fantasía, así como por su interés en la narración detectivesca para niños y adolescentes.

Es, sin duda, un escritor con un alto sentido de su labor creativa, concentrado en sus objetivos literarios y una perpetua autoexigencia. Pocos escritores cubanos han sido tan traducidos y difundidos como Rosell. Ha sido merecedor de reconocimientos diversos; entre otros, en dos ocasiones el prestigioso The White Ravens (a los mejores libros infantiles publicados en el mundo) de la Biblioteca Internacional de la Juventud (Alemania); el premio Avelino Hernández de Novela Juvenil (España), así como en Francia el Premio de la Ville de Cherbourg. En Cuba obtuvo en ocho ocasiones el Premio La Rosa Blanca, que se otorga a los mejores libros para niños y jóvenes publicados cada año. Ha participado en cuatro congresos de la Organización Internacional del Libro Infantil (IBBY) y en numerosas ferias del libro en Europa y América Latina.

Sus obras de ficción han sido adaptadas a la radio, la televisión, la historieta, el teatro, la narración oral y la fotonovela. Es, pues, un autor con un extenso registro creativo y una versatilidad muy personal. Y asimismo un inteligente conocedor de la producción literaria contemporánea. Un autor que vale la pena escuchar y leer.

Ha residido en Brasil, Dinamarca, Francia, Argentina y España.



Un proceso de revisión constante

¿Cuál es tu modo de creación, cómo escribes?

Mi carrera es muy larga y por lo tanto mi modo de creación ha evolucionado bastante. No voy a detenerme en mis tiempos de creación ingenua, cuando escribía en cualquier condición y sobre cualquier cosa, sin documentarme ni revisar; lo que me permitió completar, entre los 13 y los 20 años, más de cincuenta novelas (todas impublicables; conservo algunas que lo confirman). En la época de mis dos primeros títulos (El secreto del colmillo colgante. Gente Nueva. La Habana, 1983 y De mis primeros lejanos tiempos la lechuza me contó. Editorial Oriente. Santiago de Cuba, 1987) ya padecía una obsesión perfeccionista que me hace pulir la prosa (corrijo incluso ejemplares ya impresos) y explorar variantes.

Ninguna nueva edición de mis libros es idéntica a la anterior y a veces son tantas las diferencias que he debido cambiar el título y, en algún caso, hasta el género. Así es, por ejemplo, en Las aventuras de Rosa de los Vientos y Juan/Perico el de los Palotes (sendas ediciones, española y cubana, de 1996 y una, argentina, en 2004) que en su actual versión, ampliada y corregida, se titula Los aventureros de la cometa (Panamericana. Bogotá, 2020). Por su parte, El secreto del colmillo dorado (Hillman. Bogotá, 2013) presenta más cambios de enfoque, personajes y trama que de forma, respecto a El secreto del colmillo colgante, estrenado treinta años antes.

Los cuentos del mago y el mago del cuento (Ediciones de la Torre. Madrid, 1995) no es solo la versión definitiva de Era uma vez um joven mago (Editora Moderna. São Paulo, 1991) sino que marca el comienzo de mi madurez creativa y es la matriz de títulos nuevos: uno de sus cuentos creció hasta convertirse en novela, otro se transformó en un cuento más complejo (que además ilustré) y dos más han aparecido como álbumes en varias editoriales y lenguas.

En realidad, soy un escritor lento, minucioso, a menudo insatisfecho… pero no por falta de ideas sino más bien por todo lo contrario. Tengo tramas (algunas completas) que se atropellan (como las penas del famoso bolero) desde hace décadas sin que acaben de completar un libro. En algunos casos hasta he publicado algún capítulo, mientras continúo acumulando fragmentos, nombres de personajes, alguna descripción o diálogo. Dos de mis libros acabé por escribirlos de esa manera, pero es mucho más lo que continúa en estado de proyecto.

En general, trabajo en círculos concéntricos: veo películas, acudo a exposiciones, escucho música, colecciono objetos y leo libros del mismo tema, estilo o ambiente de la obra que me obsesiona...



el resto en:https://alastensas.com/diversas/entrevista-joel-franz-rosell-soy-un-escritor-lento-minucioso-a-menudo-insatisfecho/

19/3/25

empecé a escribir a los doce años

 



El monstruo de Perlique School es mi primera novelita de ambiente y personajes no cubanos. Escrita en poco más de un mes, a comienzos de 1969, recién cumplidos mis 14 años, había sido precedida por una decena de obritas semejantes, pero en su mayoría de ambiente cubano.

Mi precoz "carrera literaria" contaba entonces un par de años y era tan rápida que me permitió acumular 54 títulos (todos ineptos e impublicables) antes de comenzar, unos diez años después, a tomar la literatura en serio... algo en lo que influyó tanto mi ingreso en la facultad de Filología de la Universidad Central de Las Villas (Santa Clara, Cuba) como el haber frecuentado varios talleres literarios: los de los institutos pre-universitarios Carlos Marx (La Habana) y Osvaldo Herrera (Santa Clara), de modo poco asiduo y, ya de manera regular y más seria el taller "Juan Oscar Alvarado". de Santa Clara. y el "Víctor Jara", de la citada universidad.



La mitad de aquellas narraciones (inspiradas por el cine franco-italiano de aventuras, y por la obra de la novelista inglesa Enid Blyton y el historietista belga Hergé, entre otros) tenían protagonistas europeos y escenarios que iban desde Escocia y Terranova o Egipto y el África ecuatorial, hasta Europa Oriental, Centroamérica y el Matto Grosso... e incluso la Luna y el planeta Marte. Sin embargo, el realismo y la "utilidad social" que se predicaba en Cuba por entonces me llevó a inmolar por el fuego toda mi producción de ambiente extranjero... salvo "El monstruo de Perlique School" que, sin ser mejor que otras benefició, supongo, de la excusa de ser la primera en su tipo.



Mis libritos (como los llamaban mis lectores: mi hermana menor, mi hermano mayor, y un par de primas y algún amigo) los "manuscribí" (neologismo que acabo de descubrir en el colofón del texto que aquí comento) llenaron libretas escolares que, en algunos casos, decoré con dibujos tan torpes como mi prosa.


Casi siempre utilicé lápices de dibujo (3H o 5H) cuya dura mina me ahorraba el tiempo que hubiese perdido afilando puntas de grafito común (HB). Gané en velocidad, pero me estropeé la vista, viéndome obligado a usar gafas de aumento (espejuelos, como decimos los cubanos) a los17 años, cuando ya mi miopía me obligaba en sentarme en la primera fila del aula y a preguntar el destino del ómnibus (cubanismo: guagua) que se acercaba a la parada en que me movía en mis tiempos de becario habanero.

tapa típica de las libretas escolares cubanas durante los años 60 y 70

Siguiendo el ejemplo de mis maestros (Blyton, Hergé, Malcom Saville, Ake Holmberg, Josephin Siebe, Astrid Lindgren, etc) organicé mi producción en series que llevaban el nombre de los protagonistas.

"El monstruo de Perlique School" inauguró la serie Mique y Siré (inicialmente Trentín (en burda imitación de Tintín y Milú). Mi héroe se llamaba en realidad Alain Delon, lo que genera algunas confusiones de intención humorística al comienzo de la trama; pero en algún momento me dije que yo no tenía derecho a emplear el nombre de una persona real en una historia inventada, y rebauticé al chico como Jules Delouche. De paso le cambié el apodo: de Trentin (acabo de descubrir que es no solo la forma francesa de la provincia italiana de Trentino, sino un apellido francés) a Mique.
Como se puede apreciar, también otros personajes cambiaron de nombre (yo solía inventar los patronímicos extranjeros según referencias cinematográficas, musicales o de las clases de inglés (el Barón de la Castaña, Lady Madonna, Beatle, Fill Theblanks...).

Mis novelitas de ambiente extranjero se inspiraban en los escenarios de películas y libros. Así, "El monstruo de Perlique School se desarrolla en un colegio de niñas que "copié" de la comedia británica "El asalto al tren de San Trinián", con sendos capítulos en París (donde la vida me trajo a vivir hace un cuarto de siglo) y Marsella (la única gran ciudad francesa que aún no conozco).
Mi obra de madurez ya no se inspira en películas o libros (no directamente, por lo menos), pero tampoco en experiencias vitales concretas. He vivido en ciudades tan inspirantes como París, Río de Janeiro, Copenhague y Buenos Aires, y visitado otras no menos prometedoras (Barcelona, Viena, Munich, Salónica, Estocolmo...) sin que ninguna haya servido de escenario a los treinta y tantos libros que he publicado.
Incluso en mis novelas de ambiente cubano, solo excepcionalmente aparecen sitios reales (La Habana, Varadero) y lo esencial de la trama se desarrolla en lugares que he inventado a base de otros que realmente existen (Santiago de Cuba, Colón, Puerto Padre...). Solo me he apartado de la regla en dos ocasiones: la capital cubana en "La tremenda bruja de La Habana Vieja" (Edebé. Barcelona, 2001 y, en versión reducida, Capiro, 1999) y mi casi natal Santa Clara, que es el reconocible escenario (pese a algunas "licencias poéticas") de "Las aventuras de Sheila Jólmez, por el docto Juancho" que publicó -con modesta tirada- la editorial Capiro (Santa Clara, 2018).

4/2/25

EL SECRETO DEL COLMILLO... TREINTA AÑOS DESPUÉS

 

Ficha Técnica
Título: El secreto del colmillo dorado
Editorial: Hillman Publicaciones - Literatura Libro y Libros
ISBN: 9789587243291
Código de barras: 9789587243291
Código contable: 410726


                                              Color de páginas: Blanco y negro

                                              Formato: 20 cm x 13 cm x 1 cm

                                               N° de páginas: 190

                                                      Encuadernación: Rústica


Robin se pasa la vida soñando con tesoros y piratas, pero la aventura en la que se mete por culpa del colmillo dorado es algo completamente diferente. ¿Quién iba a imaginar la tremenda conspiración y los millones de dólares que giran en torno a esa joya barata y en apariencia inocente? Sus enemigos no llevan un garfio en el brazo ni un parche en el ojo, pero son igual de astutos y peligrosos.



Por suerte, Robín no está solo: él y su genial cotorra pertenecen a la pandilla de Los Exploradores Incógnitos. Es verdad que cometen algunas imprudencias, pero reciben la muy oportuna ayuda de dos de los mejores policías del país... 

La aventura, la acción y el misterio corren hasta la última página, pero... ¿librará todos sus secretos el colmillo dorado?

fragmento del capítulo 6 "Sólido, líquido o gaseoso"

Junto a la palmera más próxima, una pareja de pálidos turistas nórdicos yacía sobre sendas toallas con el logo del hotel. Los acompañaban dos individuos que llamaron la atención de Yauri: uno, bajo y corpulento, mostraba discretamente a los turistas una especie de botella de cerámica, mientras el otro, esbelto y con varios collares de cuentas sobre el pecho, les hablaba en inglés.
Cuando Héctor vino a proponer su traje de baño a quien quisiera darse un chapuzón, Robin fue el primero en aceptar, pero Yauri lo retuvo.
—Deja que vaya Migue y traduce lo que está diciendo aquel tipo.
—¿Cuál? ¿El sólido o el líquido?
Todos entendieron que "el Sólido" era el moreno corpulento y que "el Líquido" era el pálido flaco con el pelo decolorado.
—En la escuela también nos enseñaron el estado gaseoso —recordó Migue antes dejar sus gafas en la frente de Dina y correr hacia el mar—... pero los gases no se ven.
Los demás guardaron silencio mientas Robin aguzaba el oído.
—Dice el Líquido que la botella es del siglo XVIII y que la venden en cincuenta dólares.
—Ya me parecía a mí que esos no se traían nada bueno —comentó Yauri—. Sepan que eso es una estafa o un intento de contrabando. Un objeto del siglo XVIII es una antigüedad y vale mucho dinero. Y de todos modos, el comercio de antigüedades está estrictamente reglamentado por el ministerio de cultura, que se encarga de proteger nuestro patrimonio artístico e histórico. Así que, o esos tipos tratan de engañar a los turistas con una falsificación o le están robando una verdadera antigüedad al país.
Héctor se incorporó, cerrando los puños.
—¡Pues no van a salirse con la suya!
Pero Dina le tiró del tobillo, haciéndole caer a la arena:
—Debemos utilizar la astucia, no la fuerza.
—Estoy de acuerdo con Dina —dijo Yauri.
—Y yo tengo un plan —añadió Robin.
—Desembucha —mandó el jefe.
Un momento después, el pelirrojo estaba disfrazado de extranjero: Yauri le había prestado sus sandalias artesanales y Héctor su camiseta adornada con el toro rojo de los Chicago Bulls, Dina le había hecho varias trencitas, adornándolas con los elásticos que sacó de su propia “cola de caballo”.
Cuando llegó junto a los cuatro adultos, el Líquido estaba diciendo que a los turistas europeos la aduana nunca les revisaba el equipaje. Y añadió, jugueteando nerviosamente con sus collares, que una “pieza” como aquella costaría diez veces más en el extranjero.
Los turistas comenzaron a discutir en una lengua que solo ellos entendían y Robin aprovechó para poner en práctica su plan.
How much do you want for that? —preguntó en el perfecto inglés que aprendiera con su abuelo.
Los cuatro adultos le miraron sorprendidos.
—Pregunta cuánto queremos —tradujo el Líquido a su compinche.
Sixty dólares —respondió el Sólido, aumentando el precio al instante.
Sin mostrar el menor titubeo, Robin se puso en pie.
Okay, I take it. Come with me.
—¡Acepta! —tradujo el Líquido—. Dice que vayamos con él.
Robin había hablado con tal aplomo que no solo los dos elementos, sino hasta los turistas nórdicos creyeron hallarse ante el consentido hijo de algún ricachón.
—Deben ser de los que vienen en yate —especuló el Sólido—. Ofrécele también el candelabro y la pistola.
—No me parece una buena idea —respondió el Líquido.
—¡Sería un negocio redondo! —insistió el Sólido.
—Sí, pero sería mucho dinero y si nos piden una rebaja por las tres cosas, acabaremos perdiendo.
Los delincuentes hablaban en voz baja aunque pensaban que Robin no hablaba español. Sin embargo, el muchacho no solo entendía el idioma, sino que tenía un excelente oído.
"¡Qué susto van a llevarse cuando me oigan decirle a los del hotel, que estos dos quieren venderme un pedazo de patrimonio!".
Sin embargo, cuando se disponían a cruzar el umbral, una furgoneta pitó de manera peculiar y los dos elementos dejaron plantado a Robin. Sin siquiera intercambiar unas palabras con el chofer, subieron al vehículo, que se puso inmediatamente en marcha.
En el último momento, el Líquido asomó la cabeza por la ventanilla y gritó:
See you tomorrow!
Los otros miembros de la pandilla se reunieron inmediatamente con Robin.
—¡Qué rabia! —comentó Dina—. ¡Ya casi los teníamos!
—¿Ven que sí que había un Gaseoso? —comentó Migue—. El chofer que salió de la nada.
—¡Esta vez sí tenemos el número de la matrícula! —informó Yauri, satisfecha—. Vamos a avisarle al capitán Ulloa para que los sorprenda con la botella encima.
—¿Y por qué no esperamos? —propuso Robin—. Tienen más cosas: hablaron de un candelabro y no sé qué más.
—Pero no estamos seguros de encontrarnos de nuevo con ellos...
—¡Pues mira que sí! —explicó el pelirrojo—. Lo que gritó el Líquido cuando la furgoneta ya se iba fue: "¡Mañana nos vemos!".
Héctor se frotó las manos, satisfecho:

—¡Pues aquí los estaremos esperando! Que no se diga que los Exploradores Incógnitos no saben respetar una "cita de negocios". 


Para colmar la curiosidad y comprar fácilmente este libro:





El secreto del colmillo colgante (Gente Nueva, La Habana, 1983)fue la versión original de la novela que ahora vuelve sin muchos defectos juveniles
y condiconantes de época, Fue mi primer libro publicado,



Proyecto de tapa que propuse en 1981 a la editorial, pero no fue ni de lejos considerado por Enrique Martínez Blanco, el diseñador de la primnera versión

La primera versión de El secreto del colmillo... era mucho más larga y engorrosa, y estaba dividida en dos partes. Me ayudaron a darle una forma más ágil y eficaz los niños del taller literario de la Biblioteca "Martí" de Santa Clara, que yo coordinaba por esa época junto a Clara de la Torre, su fundadora.
En agradecimiento, deposité este ejemplar en la Sala Juvenil de dicha biblioteca.




Por entonces yo soñaba con ilustrar yo mismo mis libros. Esa posibilidad no se me daría hasta 2005. Pero no fue hasta 2011 que apareció un primer libro cubano ilustrado por mí (La leyenda de Taita Osongo. Ediciones Capiro. Santa Clara). 

Yo había planificado toda una serie. Tenía detalladas las tramas e incluso imaginadas
las tapas de la serie editorial.
No fue hasta 2012 que comencé a publiar los libros de mi primera serie de autor,
Gatito, que edita Kalandraka en por lo menos cinco lenguas, pero que no me tiene por ilustrador
y que se dirige a niños de 3-5 añitos.

Desde el momento de su aparición en 1983, "El secreto del colmillo colgante" gozó de una gran acogida por el público y por una parte de la crítica.


A la semana siguiente mi novela había desaparecido de la lista, increíblemente sustituida por una obra de teatro de autor soviético titulada "Ivan el Terrible"


una de las primeras notas publicadas sobre "El secreto del colmillo colgante"
Periódico Vanguardia. Santa Clara, 1683
Las lecturas de la primera versión podían ser sumamente ideológicas
e insistir en uno de los rasgos que más me propuse evacuar para la actual versión
que espero tenga, gracias a ello, mayor trascendencia literaria

un poco de historia

Dibujo de tapa de la primera novela de aventuras que escribí apenas cumplidos 13 años.
Inspirada por la película francesa La Guerra de los Botones, esta novelita que titulé
"Acción en el arenal" ya presentaba a la misma pandilla de chicos que, con algunos cambios
protagoniza las dos versiones de "El secreto del colmillo..." 



en la Biblioteca Provincial "Martí" de Santa Clara en 1993
en compañía de Maritza Jaime, entonces directora de la sala juvenil
con el ejemplar mecanografiado e ilustrado por mí de la primera versión,
titulada "El enigma de los colmillos colgantes"



Escribí a mano (durante años con lápiz y luego con bolígrafo), en cuadernos de escuela

Aprendí a mecanografiar hacia 1977, pero solo empecé a escribir directamente en máquina cuando me compré en 1992, mi primera computadora. De mis primeros 25 años de práctica literaria conservo numerosos testimonios.
yo suelo utilizar dibujos para a continuación describir la escena mejor
Esta situación de la versión original fue suprimida de las versiones publicadas







MI PRIMER LIBRO ESPAÑOL CUMPLE 30 AÑOS

  LOS CUENTOS DEL MAGO Y EL MAGO DEL CUENTO Ediciones de la Torre Madrid, 1995 y 2006 Ilustraciones de Biblioteca de Lastanosa (Francisco Me...