ACTUALMENTE FUERA DE CATÁLOGO
La literatura no se hace para enseñar, sino para permitirle al chico aprender
La literatura no se hace para enseñar, sino para permitirle al chico aprender
(a partir de 5 años)
Sobre la violencia escolar no hay nunca demasiados libros. Es un tema complejo, con muchas aristas, que alcanza a los chicos de cualquier edad. La perspectiva que ha adoptado el cubano Joel Franz Rosell en este cuento es la de su tratamiento desde la imaginación infantil.
Es sabido que antes de resolver cualquier tema de la vida cotidiana, en la relación con los demás o con el medio natural, lo primero que hace el ser humano es procesarlo en una construcción mental que le permite pesar los elementos participantes en el conflicto, valorar su capacidad para enfrentarlo y sus posibilidades de éxito.
Eso es lo que hace Javi, un niño que ya arrastra un viejo miedo, el día en que un chico del mismo colegio, pero de un grado superior, le "cobra peaje". Esto es algo que ocurre diariamente y cuya solución pasa por compartir el problema con amigos, padres y personal escolar, por la investigación de las causas individuales y sociales que conducen al violento a tal actitud, y por el enfrentamiento temprano del mal, a fin de evitar que éste se convierta en un hábito cada vez más peligroso; tanto para las víctimas como para el victimario.
Estos tres ingredientes del problema de la violencia escolar están implícitos en el cuento de Rosell y en las ilustraciones de Rojas, si bien no todos alcanzan la misma jerarquía. Al estar narrada la historia desde el punto de vista y de la mente de Javi, quien todavía mezcla realidad y fantasía, no llegamos a conocer las motivaciones del abusador. Esto no es una objeción al cuento puesto que, como dijimos, es una temática compleja y de muchas aristas que un texto tan breve, destinado a lector tan joven, no puede abordar simultáneamente y con profundidad.
Javi pasa cada día junto a dos leones de piedra. Le gusta el león sonriente y le teme al león feroz. Esta relación ¿sugiere que el chico tiene un problema de comunicación con sus padres y los sustituye por los leones? o acaso ¿es el autor quien ha representado a los adultos del entorno del chico como leones, sugiriendo que con uno de éstos la relación es difícil? Probablemente ambas cosas estén en la intención del escritor, dado el nivel metafórico de todo el cuento.
Cuando se le presenta el problema con el guaperas (que no tiene nombre), Javi le pide ayuda al león sonriente. Este le responde que no es él, sino el león feroz quien puede ayudarlo. "Es que me da mucho miedo", explica Javi, y el león amigo replica: "¿Quién te da más miedo, el león feroz o ese guapetón que te hace chantage en el colegio.?" Esa noche, Javi sueña que el león feroz y el guapetón están en un balancín. La imagen no puede ser más diáfana, pero se amplía cuando, al día siguiente, el chico se percata de que, vistos desde atrás, los dos leones de piedra son iguales. Cuando al fin dialoga con el león fiero, Javi descubre que éste tiene la misma voz que el león sonriente.
María Rojas resuelve esta cuestión dibujando desde el principio a los dos leones prácticamente iguales. Son, además, muy grandes con respecto a Javi. Otro sugerente momento del trabajo de ilustración es cuando representa el puño del abusador con un trazo y color semejante a las patas de los leones (y Javi sigue luciendo minúsculo en comparación). Al final, cuando al fin vemos la cara del chico mayor, también su rostro se asemeja al del león feroz. Todo el libro está trabajado con una paleta de colores donde predominan rojos y negros. Los dibujos han sido realizado con creyones de cera, de trazo naif, sobre un colage de papel de estraza y recortes de diario que subrayan el ambiente urbano y el peso que la palabra tiene en el desarrollo de la historia. La composición y el aprovechamiento del espacio evidencian gran oficio, y la concepción de los personajes demuestra la sensibilidad de la artista y su compromiso con el texto y con su jovencísimo destinatario.
Rosell mueve su historia con cuidada ambigüedad. En la calle todos están demasiado ocupados y no se fijan en Javi, que siente marchar tras él al león feroz. Cuando se enfrenta con Guapetón (así, con mayúsculas, como si fuese su nombre) éste se asusta por lo inusitado de la resistencia, y tampoco los camaradas que vienen a felicitar a Javi mencionan al león. Sin embargo, el chico se resiste a confirmar que que todo fue producto de su imaginación y se propone, en su próxima visita al parque, continuar compartiendo con los leones sus experiencias escolares.
Ante semejante final, algunos de los pequeños lectores decidirán por sí mismos la versión que prefieran o necesiten. Otros pueden preguntar a los adultos que compartan con ellos la lectura si Javi fue o no acompañado por el león. Pienso que, como en los cuentos de hadas, el adulto debe informarse primero de lo que el chico opina. Por lo general, la mejor respuesta ante la ambigüedad estética es no imponer un criterio. Toda obra literaria es una propuesta, una sugestión, una pregunta. La literatura no se hace para enseñar, sino para permitirle al chico aprender: piense usted en el matiz que diferencia ambos verbos.
L. García Nemo. Revista electrónica Babar, septiembre 2003
http://revistababar.com/wp/?p=191
http://donnadienemo.blogspot.fr/2011/11/javi-y-los-leones-texto-joel-franz.htmlhttp://donnadienemo.blogspot.fr/2011/11/javi-y-los-leones-texto-joel-franz.html
Estos son los leones que me inspiraron, en 1988, "Javi y los leones". Esta hermosa pareja de leones orna una de las mansiones señoriales de la otrora prestigiosa y bucólica Calzada del Cerro. Actualmente el edificio hospeda un asilo de ancianos y gracias a eso, y a que lo patrocina una entidad religiosa, está preservado de la destrucción que roe las mansiones del barrio. De 1985 a 1988 trabajé en la Dirección Municipal de Cultura del Cerro y pasé a menudo delante de estos leones. Un día imaginé la relación de un niño tímido con dos leones similares en el parque que lo separaba de su escuela. En el cuento (y en mi recuerdo, hasta esta visita el 10 de marzo de 2015) uno de los leones tienen una actitud diferente: uno sonríe, el otro luce amenazador.Sobre la violencia escolar no hay nunca demasiados libros. Es un tema complejo, con muchas aristas, que alcanza a los chicos de cualquier edad. La perspectiva que ha adoptado el cubano Joel Franz Rosell en este cuento es la de su tratamiento desde la imaginación infantil.
Es sabido que antes de resolver cualquier tema de la vida cotidiana, en la relación con los demás o con el medio natural, lo primero que hace el ser humano es procesarlo en una construcción mental que le permite pesar los elementos participantes en el conflicto, valorar su capacidad para enfrentarlo y sus posibilidades de éxito.
junto a los leones de una lápida de la catedral de Estrasburgo |
Eso es lo que hace Javi, un niño que ya arrastra un viejo miedo, el día en que un chico del mismo colegio, pero de un grado superior, le "cobra peaje". Esto es algo que ocurre diariamente y cuya solución pasa por compartir el problema con amigos, padres y personal escolar, por la investigación de las causas individuales y sociales que conducen al violento a tal actitud, y por el enfrentamiento temprano del mal, a fin de evitar que éste se convierta en un hábito cada vez más peligroso; tanto para las víctimas como para el victimario.
Estos tres ingredientes del problema de la violencia escolar están implícitos en el cuento de Rosell y en las ilustraciones de Rojas, si bien no todos alcanzan la misma jerarquía. Al estar narrada la historia desde el punto de vista y de la mente de Javi, quien todavía mezcla realidad y fantasía, no llegamos a conocer las motivaciones del abusador. Esto no es una objeción al cuento puesto que, como dijimos, es una temática compleja y de muchas aristas que un texto tan breve, destinado a lector tan joven, no puede abordar simultáneamente y con profundidad.
Javi pasa cada día junto a dos leones de piedra. Le gusta el león sonriente y le teme al león feroz. Esta relación ¿sugiere que el chico tiene un problema de comunicación con sus padres y los sustituye por los leones? o acaso ¿es el autor quien ha representado a los adultos del entorno del chico como leones, sugiriendo que con uno de éstos la relación es difícil? Probablemente ambas cosas estén en la intención del escritor, dado el nivel metafórico de todo el cuento.
junto al león de un tiovivo en Estrasburgo |
María Rojas resuelve esta cuestión dibujando desde el principio a los dos leones prácticamente iguales. Son, además, muy grandes con respecto a Javi. Otro sugerente momento del trabajo de ilustración es cuando representa el puño del abusador con un trazo y color semejante a las patas de los leones (y Javi sigue luciendo minúsculo en comparación). Al final, cuando al fin vemos la cara del chico mayor, también su rostro se asemeja al del león feroz. Todo el libro está trabajado con una paleta de colores donde predominan rojos y negros. Los dibujos han sido realizado con creyones de cera, de trazo naif, sobre un colage de papel de estraza y recortes de diario que subrayan el ambiente urbano y el peso que la palabra tiene en el desarrollo de la historia. La composición y el aprovechamiento del espacio evidencian gran oficio, y la concepción de los personajes demuestra la sensibilidad de la artista y su compromiso con el texto y con su jovencísimo destinatario.
Javi y el león de la marca Peugeot |
Rosell mueve su historia con cuidada ambigüedad. En la calle todos están demasiado ocupados y no se fijan en Javi, que siente marchar tras él al león feroz. Cuando se enfrenta con Guapetón (así, con mayúsculas, como si fuese su nombre) éste se asusta por lo inusitado de la resistencia, y tampoco los camaradas que vienen a felicitar a Javi mencionan al león. Sin embargo, el chico se resiste a confirmar que que todo fue producto de su imaginación y se propone, en su próxima visita al parque, continuar compartiendo con los leones sus experiencias escolares.
Ante semejante final, algunos de los pequeños lectores decidirán por sí mismos la versión que prefieran o necesiten. Otros pueden preguntar a los adultos que compartan con ellos la lectura si Javi fue o no acompañado por el león. Pienso que, como en los cuentos de hadas, el adulto debe informarse primero de lo que el chico opina. Por lo general, la mejor respuesta ante la ambigüedad estética es no imponer un criterio. Toda obra literaria es una propuesta, una sugestión, una pregunta. La literatura no se hace para enseñar, sino para permitirle al chico aprender: piense usted en el matiz que diferencia ambos verbos.
L. García Nemo. Revista electrónica Babar, septiembre 2003
http://revistababar.com/wp/?p=191
http://donnadienemo.blogspot.fr/2011/11/javi-y-los-leones-texto-joel-franz.htmlhttp://donnadienemo.blogspot.fr/2011/11/javi-y-los-leones-texto-joel-franz.html
Este león que presenté a mi libro « Javi y los leones » está en la Plaza Denfert Rochereau fue presentado al Salón de Escultura de París, en 1878. Es una versión reducida en un tercio del león tallado por Frédérick Bartholdi en la roca del promontorio donde se levanta la fortaleza de Belfort (Este de Francia). El modelo de yeso de 1878 fue finalmente realizado en placa de cobre e instalado al año siguiente en su actual emplazamiento, a fin de rendir homenaje a la resistencia del pueblo francés a la invasión prusiana de 1870 (el coronel Denfert Rochereau, que da nombre a la plaza, se destacó en dicha contienda… que tuvo un final desastroso para Francia). Unos dicen que si el león mira hacia el Oeste fue precisamente para no irritar al belicoso vecino, el entonces todopoderoso Imperio Alemán; pero otros aseguran que fue simplemente para que mirase en dirección a la otra gran obra de Bartholdi en París: la Estatua de la Libertad (la versión reducida, en la Isla de los Cisnes, en medio del Sena, a varios kilómetros de allí). Este león escapó milagrosamente a los alemanes… que en 1940 invadieron de nuevo Francia, y se dedicaron a destruir esculturas para recuperar los metales no ferrosos para usos militares (y de paso humillar al arte francés). Igual suerte no tuvieron sendos leones vecinos (plazas de Raspail, Trarieux, Charlet y Arago) donde no se puede ver hoy otra cosa que pedestales vacíos.
Un detalle curioso inicialmente, este león iba a ser instalado en el parque Buttes Chaumont, junto al cual se levanta el edificio donde vivo. Lo que son las casualidades…
E |
dos bellos leones de mármol ornan la escalinata de la mansión que ocupa la delegación de la UNESCO en Cuba (calle Calzada, Vedado) |
Entrada cochera ornada de leones en la calle G (Vedado) casi frente a la Casa de las Américas |
Mansión de 19 y J, Vedado |
Un decorado bastante kitsch tiene esta casa de G entre 21 y 23, Vedado |
![]() |
En la calle 17, del Vedado, a una cuadra de la UNEAC, esta casona hoy escuela de enfermería hostenta un delicioso decorado de escayola que incluye sendas cabezas de león |
con uno de los muchos leones que ornan el Prado, Habana Vieja |
En el mismo Prado se levanta este hermoso edificio, ornado de felinos |
Otrora lujosa, la pandería El León de Oro, en plena Habana Vieja, hoy vende el triste pan de cada día de los cubanos de a pie |
TAMBIEN HAY LEONES FUERA DE LA HABANA
El auto que me llevó a Santa Clara era un peugeot que, como todos los vehículos de este fabricante fancés, ostentan un león como logo |
En una escala en la autopista, a mitad de camino hacia Santa Clara, descubrí este encantador leoncito azul |
Para que "Javi y los leones" se sienta menos solo, y para contar el cuento en mis actividades de promoción, he comprado este títere de guante. Simpático, ¿verdad?
"Javi y los leones" con el león sonriente de un tiovivo en Estrasburgo |
Un día, en el
recreo, un chico mayor le dijo a Javi:
—El lunes voy a
comerme tu merienda. Procura traer algo que me guste, porque si no...
Y
le puso el puño bajo las narices.
Un
puño tan grande como la zarpa de un león.
Esa tarde,
cuando llegó al parque, Javi no le enseñó al león sonriente lo que había
dibujado, ni cantó la canción que había aprendido. Le contó lo que le había
pasado con el guapetón.
—Debe de ser un chico
muy malo —comentó el león sonriente.
—Malísimo —contestó
Javi—. Todos le tienen miedo porque es el más fuerte. Si yo fuera como tú, le
daba un puñetazo y...
Entonces tuvo la idea
genial.
—¿Por qué no vienes
conmigo al colegio? Si te ve, le dará miedo y no se atreverá a molestarme más.
De pronto, el león
pareció triste. Aunque su rostro de piedra mantuviera su eterna sonrisa.
—¡Qué va! Si yo no le
doy miedo a nadie... ¿Por qué no se lo pides a mi compañero? El es un león
fiero.
Javi miró al otro león,
tan erguido en el lado opuesto de la escalinata. Y sintió que su corazón se
agitaba y la piel se le llenaba de puntitos fríos.
—Es que me da mucho
miedo.
El león sonriente se
quedó callado un momento, mirándolo. Y dijo:
—¿Quién te da más
miedo? ¿El león fiero o ese guapetón que te hace chantaje en el colegio?
Aquella pregunta estuvo
toda la noche dando vueltas en la cabeza de Javi.
Se durmió tarde, pero
aún en sueños se le aparecieron el guapetón y el león fiero sentados en los
extremos de un balancín, y cuando el león bajaba, el guapetón subía, cuando el
guapetón bajaba, el león subía.
Y así, toda la noche...
![]() |
Al pie de los leones de la Plaza Colón, en Barcelona |
De la guía de lectura "Se hace saber"
Comentario
El autor recurre a personajes de ficción para
ayudar al protagonista, un niño de carne y hueso, a vencer sus miedos: uno real
que se materializa en la amenaza de un niño grandullón y otro ficticio que es
la estatua del león fiero.
Hábilmente, el autor utiliza el enfrentamiento con el
león fiero, uno de sus miedos, para vencer otro miedo, la amenaza del niño
grandullón.
De una manera inteligente, este texto ayuda a los niños a
discernir qué deben temer y qué no y a buscar soluciones imaginativas a sus
problemas.
Temas
•
Los prejuicios que
se forman a partir de la apariencia de las personas.
•
La distinción entre
el miedo a una amenaza real y a una imaginaria.
•
La necesidad de
enfrentarse a los obstáculos y dificultades que se van presentando en la vida.
•
La amistad como
apoyo en los momentos difíciles.
Reflexiones
La peculiar técnica elegida por la ilustradora, el collage,
complementa al texto y ayuda a enfatizar los momentos importantes de la
historia. Podemos observar que utiliza los primeros planos para ilustrar los
puntos álgidos del argumento y los planos generales o medios en los menos
importantes.
La figura del protagonista es la única
realizada con lápiz y acrílicos. En cambio, el paisaje y los leones están
confeccionados siempre con recortes de periódico pegados sobre papel de
embalar.
"Javi y los leones" conoca a los leones de bronce del ayuntamiento de París |
El miedo a lo desconocido, la fantasía, la capacidad de superación, el sentirse respaldado, son temas que asoman en esta historia sobre un niño que, de camino al colegio, habla, se relaciona con uno de los leones de piedra que custodian la entrada al parque. El otro, de mirada fiera, le da miedo. Hasta que un día necesita de su ayuda para enfrentarse a un chico del cole que pretende quitarle la merienda. Javi vencerá su aprensión y descubrirá que las apariencias engañan: ni el león de mirada fiera lo es, ni el abusón de la escuela es tan valiente, en realidad, el valiente es él que le planta cara, aunque convencido de que detrás de sí tiene al león dispuesto a echarle una mano.
Un cuento delicioso, que no esconde su mensaje, pero lo enmascara con un buen guión, aparentemente sencillo, pero que aborda distintos aspectos relativos a la infancia y, además, refleja muy bien su mundo, hecho de realidad y fantasía a partes iguales. Las imágenes de María Rojas, a base de collage, exageradas, caricaturescas, con juegos distorsionantes, nada realistas, conviertan en una esas dos coordenadas –la real y la imaginaria- en la que se mueve Javi.
Revista CLIJ nº 65. Barcelona, 2004
"No te tengo miedo" (comentario en el blog Quijotes y Quijotinas"
Javi es un niño como cualquier otro. Un niño que a veces tiene miedo. No sabe todavía que las apariencias engañan, que (diría El Principito) lo esencial es invisible a los ojos. Por eso le teme a uno de los leones del parque. Al león fiero. Al que “se alza sobre las patas delanteras, con todos los músculos contraídos y la enorme boca abierta, enseñando sus afilados colmillos”.
Pero un día, Javi descubre dos cosas: que aquel león no es tan fiero como parecía y que él mismo es capaz de enfrentar sus miedos. Que es capaz, incluso, de enfrentar al bravucón del colegio, ese que se roba las meriendas de los más pequeños.
Este es uno de esos cuentos para empezar (o volver) a creer en nosotrosmismos.Para aprender a “ver” más allá de los ojos.
Y desde la gráfica, lo mismo nos cuenta María Rojas. Las ilustraciones están hechas, pareciera a tiza, sobre hojas de papel de diario. Tienen trazo infantil, como si el mismo Javi nos contara su versión de las cosas y del mundo. Por eso vemos leones con ocho patas y caras que se repiten: ¡el león sonriente es igual a Javi y el león fiero, al principio, igual al bravucón! Por eso también se sobredimensionan los dibujos: el puño del brabucón tiene el tamaño de un edificio en proporción a Javi, y solo sus ojos ocupan una doble página del libro.
En fin, como siempre Edelvives logra la comunión entre la imagen y el texto. No se trata simplemente de contarnos la historia del niño: la “vemos” a través de sus dibujos, lo que la vuelve todavía más auténtica.
Para niños a partir de 5 años.
https://quijotesyquijotinas2.wordpress.com/tag/javi-y-los-leones/"Javi y los leones" junto a uno de los leones del jardín de las Tullerías. Al fondo, por encima de los árboles que rodean el Sena, se advierte la Torre Eiffel PARA ESCUCHAR "Javi y los leones" |
Hola chicos! Llegó el jueves, el día en que los invitamos a escuchar por Cadena 3 las mejores historias destinadas a niños y jóvenes, que despiertan la imaginación de los pequeños lectores.
Hoy invitamos a toda la familia a disfrutar de esta historia. Javi es muy amigo de uno de los dos leones de piedra del parque. Todos los días le cuenta lo que le ha pasado y lo que ha hecho en el colegio. En cambio, al otro nunca se acerca ni habla con él, porque parece muy fiero y le da miedo. Hasta que un día un chico peleador amenaza a Javi y él decide pedir ayuda a los dos leones. de uno de los dos
Prepárense porque aquí comienza "Javi y los leones" en la voz de Susana Allori
El libro "Javi y los leones", de Editorial Edelvives nuestro libro de la semana recomendada por CEDILIJ.
A este libro lo podés comprar en las librerías especializadas en literatura infantil y juvenil, o también pedirlo en la biblioteca del CEDILIJ, ubicada en el Paseo de las Artes, Córdoba, República Argentina.
"Javi y los leones" fue, en su momento, una de mis primeras experiencias con lectores pequeños (recién alfabetizados). El cuento lo escribí probablemente en 2000 y lo propuse a algunas editoriales españolas que me dieron respuestas decepcionantes. Una respetada editora que es también una amiga me dijo "en la vida real no hay leones que vengan a resolverles los problemas a los niños", lo que me pareció una muy extraña comprensión del papel de la imaginación en la solución de los problemas que nos impone la realidad... aparte de una profunda incomprensión de mi historia. Pero ella al menos argumentó. Después de algunas otras decepciones, lo propuse a la editorial Norma-Argentina, que lo aceptó enseguida. Escogí a la maravillosa María Rojas para las ilustraciones. El libro estaba listo para imprimir cuando ocurrió la famosa crisis del corralito y la devaluación de la moneda argentina. Norma suspendió la publicación de álbumes ilustrados de la colección Buenas Noches y al año recuperé los derechos. Propuse el libro a Edelvives, que lo aprobó enseguida y tras pedir, por cuestiones de formato, unos pocos cambios a la ilustradora (entonces residente en Barcelona) lo publicó en menos de seis meses. El libro tuvo una excelente acogida... aunque las ilustraciones, que personalmente me encantan, creo que asustan un poquito a los papás menos actualizados sobre el mundo de la ilustración actual.
Más encuentros de "Javi" con "los leones"
Otra imagen de mi visita a la exposición "Mosqueteros" en el Hotel des Invalides, julio 2014 (escudo y coraza de mosquetero a caballo, siglo XVII |
Con la aldaba de una puerta monumental del palacio de Chatelet en el distrito VII de París |
En un monumento funerario de Estrasburgo |
El libro y su reflejo frente a un cañón del siglo XVII con la culata adornada por un león (exposición Mosqueteros, veranos 2014 en el Museo de los Ejércitos, París) |
Ante la escultura de Auguste N Cain: "León y leona disputándose un jabalí", en los jardines de las Tullerías, París |
No hay comentarios:
Publicar un comentario