16/3/15

¿Es posible traducir, exportar, la literatura cubana?



Conferencia pronunciada el 25 de febrero de 2015 en la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas, en Santa Clara 


De la misma manera que el paisaje, los modos de vida o la Historia; las expresiones estéticas no presentan el mismo aspecto ni revelan iguales esencias vistas desde el interior que en la distancia, sea esta espacial o temporal.

Observada desde España, Argentina, Colombia o México, donde he publicado la mayoría de mis libros, o desde Francia, donde vivo, leo y desarrollo lo esencial de mi actividad creadora, la literatura cubana revela peculiaridades que le confieren sabor y esencia propios, al tiempo que la distinguen de otras praxis, incluso próximas como las de Hispanoamérica. Lo paradójico de la soberanía estética cubana radica en que lo que la define y hace interesante reduce sus posibilidades de resultar comprensible o disfrutable fuera de las fronteras de la nación (el archipiélago cubano más las “islas” de emigrantes que hemos dispersado por el mundo).

Es un hecho que la literatura infantil es menos traducible que la literatura para adultos. Antes de argumentar esta idea, quiero aclarar que cuando digo “traducción”, las más de las veces estoy hablando en términos culturales y no estrictamente lingüísticos. La literatura cubana ha de traducirse al francés para ser leída en Francia o al portugués para ser leída en Brasil; pero también ha de ser traducida en el vasto interior de la lengua castellana, para ser plenamente asimilada por niños de España, Argentina, Colombia o México… que se enfrentarán a la utilización de otras palabras para trasmitir el mismo concepto, de otra sintaxis para interconectar vocablos que sin embargo son los mismos y, finalmente, de ciertos sobreentendidos (refranes, títulos o letras de canciones, referencias culturales, geográficas, históricas, gastronómicas, etc) que nos son exclusivos… sin que muchas veces nos demos por enterados.
Vuelvo pues al comienzo del  párrafo anterior para precisar que esta “traducción” en el interior de la lengua común que nos separa (como bromeó un escritor latinoamericano en tiempos del famoso boom) es prescindible cuando el receptor es un adulto, puesto que a partir de cierta edad y de cierto nivel de cultura no solo sabemos que el castellano es una lengua internacional que cubre realidades diversas, sino que estamos capacitados para saltar sobre un término desconocido o infrecuente; deduciendo su significado por el contexto, por otras experiencias lingüísticas y culturales o porque, de última, nos lo aclara el diccionario.

Pero los niños (y mientras más jóvenes e inexpertos, peor) se desconciertan, pierden el paso e incluso abandonan la lectura cuando los “sinsentidos” lingüísticos y culturales se acumulan… O por lo menos eso temen (pese a que Harry Potter, Narnia y otros best-sellers son leídos en edición española sin que ningún exotismo lexical parezca frenar su arrollador éxito) los editores, maestros y padres extranjeros, que son los primeros en tomar contacto con los libros de autor cubano y se dicen: “mis chicos no van a entender que “guagua” es “autobús” (o “camión”, si quien nos lee es mexicano), que “saya” es “falda” (o “pollera”, si quien nos lee es argentino), que “jeba” es “polola” (si quien nos lee es chileno), que “jaba” es “bolsa” (nos lea un español, un mexicano, un argentino, un chileno o casi cualquier otro hispanohablante). Eso sin hablar de las costumbres, ritos, historia, flora, fauna, etc.
En Cuba para todo sacamos a Martí; en Argentina ese papel correspondería a San Martín y Sarmiento, en Venezuela a Bolívar, en Uruguay supongo que a Artigas… Cuando un argentino escribe “había un olor a mate”, esa simple frase está cargada de sentidos que lejos del Río de la Plata nada significan. Cuando un cubano escribe, “el pitido de la olla anunciaba que pronto sería hora de servir los frijoles” cualquiera de nuestros compatriotas entiende tan bien que hasta se le hace la boca agua; pero un niño español ni siquiera sabe que frijoles y alubias son la misma cosa y uno mexicano no se enterará que se trata de chiles. Pero lo más importante es que saberlo no le evocaría al lector extranjero ese “pan nuestro” de cada día cubano, sino un plato más y “sin más”.
 Otras literaturas en lenguas internacionales como el inglés, el francés o el árabe conocen los mismos problemas que el castellano. Es una de las razones por las que, en materia de libros para niños, suelen ser más los títulos traducidos de otras lenguas, que los importados de otro país de igual idioma. Y lo mismo da que se trate de un libro de Québec en Francia, de uno de Portugal en Brasil o de uno de Nueva Zelanda en Estados Unidos.

Cuba: un caso aparte

Las peculiaridades de organización social y valores imperantes en Cuba levantan una barrera adicional entre el autor cubano y los lectores del mundo, incluidos nuestros vecinos hispanoamericanos.
A partir de 1959, nuestro país se apartó de la vía que, pese a sus respectivas particularidades, siguieron compartiendo nuestros hermanos de lengua a uno y otro lado del Atlántico. De todo Occidente, Cuba fue el único país socialista, la única sociedad que institucionalizó el igualitarismo, la única cultura que ha conocido la “libreta”, las guardias del comité, el apagón, el “todavía no ha venido el agua”, la atención médica gratuita, la inexistencia de desempleo y de huelgas, las “misiones internacionalistas”, la doble moneda, el “paquete” o -para centrarnos en el día a día de los infantes que tenemos algunos de los aquí reunidos por  destinatarios- la pañoleta, el matutino, la posibilidad de ir solo a la escuela o de jugar en la calle.
Un escritor se debe a su obra, como se debe a su destinatario. Los escritores creamos las pequeñas historias que completan, individualizan y dan vida, gracias a sus detalles nimios pero esenciales, a la Gran Historia. No tendría ningún sentido que un escritor cubano, ante la perspectiva de una eventual publicación en el extranjero, renuncie a las peculiaridades de su realidad (que podría así quedarse sin cronista, empobreciendo el patrimonio inmaterial de la humanidad). Por si no fuera poco, algún que otro título de autores cubanos para niños ha conseguido ingresar en catálogos españoles, mexicanos, colombianos… ya porque en aquellos lo “criollo” no determina la trama y los pequeños escollos restantes son salvados por el trabajo editorial, o porque quienes los publican asumen el riesgo de una lectura más difícil y la consecuente disminución en las ventas.
¿Por qué entonces un escritor residente en Cuba habría de renunciar a la substancia que lo hace no solo original sino indispensable a sus compatriotas?  Desde que surgió la literatura profesional, allá en la Grecia Antigua, los escritores hemos querido durar en el tiempo y llegar a ámbitos distantes. La mejor prueba de calidad (en literaria como en cualquier otro campo, incluidos la ciencia o el deporte) es la aprobación por el Otro (en el tiempo y en el espacio), y la aspiración a la universalidad es Estrella Polar de todo creador. Pero renunciar a lo local no es el precio inevitable a pagar por la universalidad. El talento es el catalizador que permite la transformación del carbón (precioso combustible y materia prima industrial) en diamante (la gema indestructible, rara y valiosa). Todo escritor cubano quiere ser universal… o por lo menos publicar en el extranjero. Por ambición estética o por necesidad de holgura económica.
El mercado cubano es pequeño y, además, ni siquiera parece un verdadero mercado. Un libro que vende 2 000 ejemplares no tiene más posibilidades de reedición que uno que ha vendido 20 000. En otros países, las tiradas iniciales son controladas, relativamente modestas; pero la reimpresión es automática si la primera edición se agota en un plazo satisfactorio. Algunos de mis libros han alcanzado la quinta o la décimo sexta reimpresión… aunque también he sufrido lo que ningún cubano: la retirada del mercado de un libro en solo dos años porque no se vendía con suficiente rapidez).
Por otra parte, los autores europeos o latinoamericanos tenemos numerosas ocasiones, en ferias del libros o visitas colegios (en el caso de la LIJ), de comprobar la aceptación o rechazo de nuestras obras y, a partir de ese “retorno”, adecuarnos mejor, en próximos títulos, a las expectativas y necesidades de nuestros lectores.
Un verdadero creador no debe ser esclavo del mercado, pero una sana relación con el público es muy conveniente a todo artista y escritor, y más en una literatura que tiene, entre sus más acertadas definiciones, la de “estar definida por su destinatario”.
En Cuba, desgraciadamente, los limitados recursos editoriales y financieros hacen que les obras raramente se reediten y las primeras ediciones, exitosas o no, suelen agotarse en pocas semanas; por las razones antes evocadas o por concepciones culturales, las visitas a colegios y otras formas de encuentro con los lectores reales es cosa rara. En tales condiciones, ¿cómo evaluar la adecuación entre las necesidades y expectativas del lector y las necesidades y ambiciones del creador, y para qué preocuparse demasiado por ello?
Lo cierto es que una parte importante de la literatura infantil cubana ha vivido en la autocomplacencia, más preocupada por la opinión de colegas y jurados que por las necesidades de los chicos. Y no es un fenómeno reciente, acentuado por la escasa influencia de la crítica y los aspectos negativos –que los tiene- la provincialización de la actividad editorial. Ya en los 70 era frecuente que poetas y otros autores para adultos incursionaran en la literatura infantil con el único propósito de ganar un premio (y los pesos que este procuraba) enriqueciendo su bibliografía con obras que todo el mundo elogiaba… excepto los niños y adolescentes a quienes estaban supuestamente destinadas. Al margen de la supervivencia del problema que acabo de evocar, hoy es frecuente notar que muchos autores utilizan el libro infantil para denunciar las impurezas de la realidad actual o para cauterizar sus propias frustraciones. Abunda una literatura amarga, desencantada, autorreferencial y a veces pedante que presume de la osadía con que estaría abordando los “temas tabúes”. El realismo crítico que ciertos autores metidos a pontífices han coronado desde finales de los 90 como parangón y Non Plus Ultra de la literatura infanto-juvenil no ser sino una entre las demás tendencias de la LIJ y, en cualquier caso, debería ser practicada sin olvidar que si el autor es un adulto que no puede enajenarse de sus problemas y sueños, trabaja para un niño o un adolescente que tampoco puede ser privado de sus derechos.

¿Es posible traducir la literatura cubana? 
Por haber pasado 25 años en seis países de América y Europa, y haber publicado en editoriales esos y/o otros países -que en buena medida difunden allende sus fronteras; he debido aprender a tomar la necesaria distancia para distinguir lo local substantivo de lo local adjetivo.
Es por eso que, cuando escribo sobre Cuba –que no siempre es el caso– puedo aspirar a preservar lo primero y prescindir de lo segundo, o tratar unos y otros rasgos de manera que resulten comprensibles, e incluso útiles, al joven lector extranjero. No siempre lo logro y a veces mis editores me proponen cambios, desisten de publicarme o incluso terminan, al cabo de algún tiempo, por retirar la obra de sus catálogos.
A veces me ha ocurrido que se me escape lo específico de un factor –instalado en la raíz misma de la trama o de la psicología de mis personajes– en historias que ni siquiera tienen un ambiente cubano y yo creía perfectamente universales.  
La edición es un oficio que hoy se realiza en condiciones financieras y económicas tensas, y los editores de cualquier país, atentos a la rentabilidad, raramente disponen del tiempo necesario para trabajar un manuscrito. Máxime cuando la producción nacional es variada y abundante y cuando las traducciones que vienen de mercados “probados”, avalados por altas ventas, críticas reconocidas o integrados en series… e incluso convoyadas con los títulos más codiciados. Hoy en Francia, España y muchos países latinoamericanos la oferta en títulos publicables es muy superior a la demanda en un espacio saturado y desestabilizado por la piratería y la competencia de otras formas de ocio (electrónicas, en su abrumadora mayoría).

El país que mejor conozco, Francia, es por razones históricas y filosóficas sumamente sensible a lo exótico, los viajes, las culturas tan diferentes y variadas del planeta. Los libros documentales, las compilaciones de cuentos populares, rondas leyendas y mitos, así como las obras narrativas de autores franceses inspiradas en otras realidades y culturas ocupan un lugar destacado en la edición francesa para niños y adolescentes, que –por otra parte- registra un satisfactorio porcentaje de traducciones. Sin embargo, la traducción de literatura escrita en América Latina es muy inferior a la de regiones con menos tradición y producción de literatura infantil como son África, el Medio Oriente o Asia, pero que tienen lazos históricos con Francia y le aportan numerosos inmigrantes. Tanto porque son un consumidor potencial de literatura que evoca sus orígenes como por el deseo de explicar a los “franceses de raíz” la cultura de sus nuevos compatriotas, la cultura francesa –literaria y no, para chicos y adultos- se abre a esta fuente que, por otro lado, renueva la creación gala en sus contenidos y formas.
Hay, sin embargo, otras explicaciones a la pérdida de interés por América Latina en Francia. En primer lugar, la idea que se hacen los editores galos de nuestra producción literaria y, en segundo, nuestra propia manera de crear y promover nuestras obras.
Me consta que los franceses conocen mal la literatura infantil iberoamericana. Pocos son los editores que en aquel país leen español y portugués, y no más numerosos los especialistas y traductores de literatura infantil que practican nuestras lenguas y se interesan en nuestro acontecer.
Pero no siempre el escritor expatriado se percata de lo específico de un objeto, suceso o costumbre, ni su trama y/o estructura soportan la digresión esclarecedora. Muchas veces el problema no es que el lector “no entienda” lo que le explicas sino que lo que le explicas le impedirá identificarse con tu personaje, vivir como propia la historia que cuentas, disfrutar de la referencia, de la alusión, del guiño cómplice.
Muchas veces lo que distingue una historia de otra no son sus rasgos centrales, el argumento, el conflicto, el plan general. Lo que da a la obra su sabor especial, su originalidad, su relieve es el estilo. Pensemos en narradores como Gumersindo Pacheco, Ivette Vian o Albertico Yáñez; en ellos no siempre nos encanta lo que nos cuentan sino su modo de hacerlo, un lenguaje personal que evoca una zona de Cuba, grupo socio-cultural o generación. Desde otra comarca del castellano y, más aún, desde otra lengua, ese sabor que nos deslumbra o evoca situaciones concretas se torna insípido y hasta desagradable, cuando no simplemente intraducible.
Con lo anterior no estoy diciendo que esos y otros muchos autores cubanos sean intraducibles o imposibles de “ajustar” a un lectorado extranjero. Si un buen traductor o un editor creativo se lo proponen, siempre encontrarán opciones que permitan, sin traicionar la esencia de la obra y el estilo del autor, llevarla hasta el destinatario más remoto. El problema es que ¿quién está dispuesto a invertir tanto tiempo, esfuerzo y… dinero, cuando por mucho menos se puede alimentar un exigente catálogo editorial?

El costo de la traducción
Por supuesto, traducir cuesta. Aunque no estoy demasiado actualizado sobre la “tabela de precios”, hay que contar con 30 ó 50 dólares por página de traducción literaria. La novela infantil promedio cubre de 100 a 200 cuartillas, y ello significa que un libro traducido le puede salir al editor de 1300 a 3000 dólares más caro que un libro de autor nacional. Es más de lo que suelen pagar en Francia como ese anticipo de derechos de autor (equivale a las ventas de una primera edición promedio) que muchas veces se convierte en lo único que reporta un libro a su autor, pues el 5 u 8% del precio de tapa que reporta la venta de cada ejemplar no lo cobran muchos autores. Téngase en cuenta que en Francia se publican más de 70 000 títulos nuevos cada año y que, con la “fraternal ayuda” de la crisis, si el número de títulos no ha bajado mucho, si ha bajado la cantidad de ejemplares vendidos. Un ejemplo concreto: la primera versión –francesa- de mi novela “Mi tesoro te espera en Cuba” no me reportó mucho más que el anticipo, de unos 2000 dólares, pese a tener una segunda edición, el premio de la Ville de Cherbourg y llegar a finalista del reputado Prix de Jeunes Lecteurs. 
En consecuencia, ¿Por qué van a complicarse con traducciones los editores franceses si en el país disponen de miles de escritores y que decenas de miles de manuscritos llegan cada año a las editoriales? ¿Quién va a arriesgar tanto por un escritor cubano desconocido, por mucho premio UNEAC, de la Crítica o hasta Nacional de Literatura que tenga? Mi experiencia francesa me dice que nadie.
Mis últimas palabras no parten de meras especulaciones, sino de experiencias vividas. Desde que me marché de Cuba en junio de 1989, he propuesto a mis editores, sobre todo de Francia y España, no solo manuscritos míos, sino obras ya publicadas por algunos autores bien conocidos de nuestro país (solo les revelaré los consensuados nombres de Dora Alonso y Onelio Jorge Cardoso; pero también “me moví” por varios de mis coetáneos y por algún representante de generaciones más recientes). Hasta ahora todas esas iniciativas han resultado estériles. Si bien lo más frecuente es que los editores se limiten a la consabida fórmula “a pesar del interés del proyecto, éste no se corresponde con nuestra actual línea de trabajo”... que a veces incorpora un placebo consolador tan cortés como aplanador: “Le invitamos a someternos en otra oportunidad alguna otra de sus obras”… alguna que otra vez me han precisado la razón del rechazo: “demasiado diferente” me dijeron en Dinamarca y en Francia, o “no veo qué hallas de extraordinario en ese libro”, me dijo una editora española que mucho me estima. 
Esta “excesiva diferencia” está presente no solo en los contenidos y lenguaje de muchos libros cubanos, sino en formas de organización narrativa y presentación editorial que nos son características. Si en Francia y en España se publica muy poca poesía, el cuento –tan abundante en nosotros- no se antóloga ni se reúne en volúmenes de cuatro a ocho piezas, sino que se presentan solos, ricamente ilustrados, en la perfectamente codificada forma del libro-álbum (género inexistente en Cuba todavía en la pasada década), la viñeta y el relato histórico-ideológico son otras tipologías inexistentes en Europa Occidental e incluso en América Latina. Esos libros no tienen ninguna posibilidad allende nuestras fronteras y, lo que es peor aún, perjudican a los títulos estrictamente literarios por la frecuencia con que los premiamos y encomiamos. Si un editor francés o español decidiera confiar en los premios La Rosa Blanca, Ismaelillo o de la Crítica para escoger qué traducir de Cuba, se encontraría con muchos títulos que lo dejarían totalmente anonadado y sin ganas de repetir nunca más la experiencia… aunque si navega con suerte sí encontraría las perlas de la mora.
…..
Si en América Latina más que en España y, sobre todo, que en Francia, las editoriales más poderosas viven sobre todo de las ventas directas a las escuelas (que abastecen en manuales de matemática, lengua, historia, geografía y demás), en casi todos los países occidentales, las visitas a colegios o la presencia en las ferias del libro garantizan cuando no disparan las ventas. Un escritor extranjero (un escritor ausente) vende menos. Es una de las razones, aunque no la única, de la inflación de títulos nuevos y del predominio de autores vivos en los catálogos de literatura infantil (si bien los clásicos compensan con su prestigio y su condición de “valor seguro”, su irremediable ausencia).         
Yo he fallado en el intento de publicar la mayoría de mis libros en Francia, pese al ya mencionado factor de mi probable presencia en escuelas y ferias del libro… y al hecho de que pueden confiar en que conozco las peculiaridades pedagógicas, la vida real y el consumo cultural de los chicos a los cuales mis obras serán propuestas. De mis 25 títulos publicados en castellano, solo 7 han sido editados en Francia; ya se trate de traducciones realizadas por otros, ya de textos que yo mismo he traducido e incluso, en un par de casos, de textos que escribí inicialmente  en francés y que siguen inéditos en dicha lengua pese a haber sido publicados ya en la versión castellana que acometí más tarde.
No se trata necesariamente de discrepancias en cuanto a la calidad ni de estricta falta de adecuación cultural, puesto que muchos de mis títulos inéditos en francés han sido publicados, elogiados y hasta abundantemente vendidos en un país como España, que comparte no pocos valores y referencias con su vecino transpirenaico.
En todo caso, tengo la pesada responsabilidad de ser el único escritor cubano para chicos traducido en Francia. También se ha traducido recientemente, en pequeña edición artesanal, “La Edad de Oro”. En algún momento se tradujo “Balada de los dos abuelos” de Guillén y estuvieron fugazmente en catálogo dos obras menores (y para menores) de Zoe Valdés. Es todo… y por supuesto extremadamente poco.
Si la literatura infantil brasileña, argentina o mexicana, por no hablar de la española, están un poco mejor representadas es porque han beneficiado de la excelente vitrina del Salón del Libro de París, que tuvo a los respectivos países como invitado de honor en uno u otro momento, pero incluso más aún porque esas naciones destinan fondos especiales a la promoción de su literatura que, al financiar la traducción, ponen al libro nacional en iguales condiciones económicas que un manuscrito francés.

Yo sigo siendo un autor cubano, pero… ¿soy SIEMPRE un autor cubano?
De mis 60 años recién cumplidos llevo 25 fuera de Cuba. O sea, la mitad de mi vida consciente y tres cuartas partes de mi existencia productiva. ¿Se pasa un tiempo tan largo y definitorio en el extranjero sin sufrir –aprovechar- las consecuencias? Aunque en broma, suelo decir a quien me lo pregunta allá en Francia que yo en realidad soy ahora un “francubano” (el orden de los factores responde a la comodidad fonética, por supuesto).
La cuestión es: ¿soy cubano cuando escribo de Cuba? ¿lo soy menos cuando el tema o ambiente de la obra no tiene que ver con mi tierra de origen? ¿Puedo no serlo nunca en ciertos libros?
Mis ábumes ilustrados Gatito y el balón y Gatito y la nieve se destinan a pequeñuelos de 4 ó 5 años quienes solo acceden a mi texto por el oído. Traducidos a siete lenguas, esos libros han llegado a niños de diversos países. La voz de un pariente, un maestro o un promotor de la lectura les han acercado esas historias simples, lineales y ubicadas en el universo simplificado del hogar o, cuando más, el barrio. Si mi texto está despojado de marcas culturales, las abundantes ilustraciones de la alemana Constanze von Kitzing, que llenan cada página no pueden evitar referirse a un mundo material que cualquier niño del norte industrializado confundirá con el propio.
Mientras tanto, si los niños de 7 u 8 años que leyeron las traducciones portuguesa o coreana de Pájaros en la cabeza ya pueden comprender que hay países extranjeros distintos del propio, no pueden llenar de contenido preciso la frase “el autor es cubano” que tal vez haya pronunciado su maestra. Pero eso carece de importancia puesto que nada en el texto –que habla de un rey, un castillo, unas decenas de pájaros, tres ministros y un murciélago- indica que la historia y ¿por ende? su autor pertenecen a un país determinado. Este cuento tiene esa estilización propia de los cuentos de hadas y su autor pudiera venir de cualquier sitio.
Bien diferente es el caso de los escolares franceses que descubrieron, primero que nadie, mi novela Mi tesoro te espera en Cuba, y no solo porque eran niños de por lo menos once años, sino porque desde el título, la obra se sitúa en nuestro país. Un lector extremadamente acucioso se daría cuenta, incluso sin detenerse en la mención “traducción de Mireille Meissel”, de que esa novela fue escrita por un cubano; si nada en la forma lo indica, estoy convencido de que en las ideas, la verosimilitud de los personajes y el enfoque, resulta claro que esta novela no fue escrita por un francés que se documentó o pasó una temporadita a la sombra de una yagruma. Incluso en francés, esta novela es substancialmente cubana… En cuanto al “sabor cubano” que habría de hallarse en el estilo, en el lenguaje, aparece aquí y allá, pese a que mis editores habrán procurado evitarlo siempre que pueda dificultar la comprensión.
Más de un crítico español, francés o argentino ha saludado mi cubanía incluso en libros que, para mí, nada tenían de criollos como Vuela, Ertico, vuela o El pájaro libro. Siempre que he podido editar alguno de mis textos en Cuba, he procurado, aunque no al precio de desfigurar mi estilo –que siempre se caracterizó por una estilización universalizadora- reflotar esas “impurezas” criollas que revelan el modo cubano de vivir y expresar.

Volviendo pues a la idea inicial de esta, digamos, digresión: un autor cubano no lo es siempre o por lo menos, no en la misma medida en todos sus textos. Esto es algo que se percibe incluso en autores que nunca han cruzado la frontera, en cuerpo o en página impresa. Martí dijo: “Así como cada hombre trae su fisonomía, cada inspiración trae su lenguaje” y yo pienso lo mismo de cada libro, cuya forma y lenguaje se alimenta y sostiene una determinada historia. Por otra parte, un cubano con maracas no lo es necesariamente más que un cubano con audífonos japoneses.
Muchas gracias.

Joel Franz Rosell




25/11/14

Joel Franz Rosell: La vida en prosa

JOEL FRANZ ROSELL 

LA VIDA EN PROSA

 
Joel Franz Rosell (Cruces, Cuba, 1954)

Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas en 1979, trabajó como especialista literario, bibliotecario, profesor, escritor radial y periodista hasta dejar su país en 1989. Desde entonces ha residido en Brasil, Dinamarca, Argentina y Francia. Después de trabajar como profesor en la universidad francesa de Marne-la-Vallée, y como periodista en Radio Francia Internacional, se consagra a la escritura, la ilustración y las animaciones literarias.

Comenzó a publicar en 1974 y su primera novela (El secreto del colmillo colgante. La Habana, 1983) agotó sus 50 000 ejemplares en poco más de un año. Ha publicado una veintena de libros y cerca de 200 artículos y ensayos en diarios, revistas y publicaciones electrónicas de Alemania, Argentina, Brasil, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, México y Suecia. Ha participado en numerosos eventos internacionales, entre ellos cuatro congresos de la Organización Internacional del Libro Infantil (IBBY) y diversas ferias del libro de Europa y América Latina. Sus obras de ficción han sido adaptadas a la radio, la televisión el teatro, la historieta y la fotonovela. Ha sido traducido al francés, gallego, vasco, portugués, inglés, italiano y coreano, entre otras lenguas, y ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales.

Reside actualmente en París.

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LA LECHUZA ME CONTÓ
Progreso. México, 2004 Ilustraciones: Fabiola Graullera © J.F.Rosell exepto español y vasco.
(DE LOS PRIMEROS LEJANOS TIEMPOS LA LECHUZA ME CONTO. Editorial Oriente. Santiago de Cuba, 1987)
Traducido al vasco con ilustraciones del autor: Desclée. Bilbao, 2006.
Cuentos, 53 p. [Desde 7 años]   La ecología en fábula  

Historias que cuentan con poesía, humor y mucha imaginación  un tiempo maravilloso en que animales, plantas, astros y fenómenos atmosféricos se pusieron de acuerdo sobre la mejor convivencia posible. Un libro ecológico diferente.

Las historias tienen ese algo que no necesita de ecuaciones ni de reglas para ser creído, eso que nace de la combinación del talento con la imaginación y la fantasía, completado con un toque de originalidad (Asela Suárez. Cartelera, La Habana, 1988). 




LOS CUENTOS DEL MAGO Y EL MAGO DEL CUENTO
Ediciones de la Torre. Madrid, 1995. © J.F.Rosell excepto lengua española
Ilustraciones: Francisco Meléndez y Justo Núñez
Cuentos, 94 p. [Para todas las edades] La realidad y la fantasía se dan la mano        

Son relatos escritos desde un sentido poético del lenguaje y en los que hay presencia de la tradición oral junto a otros elementos narrativos de gran modernidad: Es posible rastrear la huella de la estructura del cuento maravilloso de Propp en “Había una vez un mago”, la fantasía de lo extraordinario de Rodari en “¡Socorro, se hunde la casa!” o la fantasía de lo cotidiano de Cortázar en “Historia musical”. Cuentos para leer y releer (Diego Gutiérrez del Valle: Peonza. Santander, 1996).

Traducido al portugués por Laura Sandroni: Era uma vez um jovem mago. São Paulo. Editora Moderna, 1991. Ilustraciones: Rui de Oliveira.
PREMIO LA ROSA BLANCA. UNIÓN DE ESCRITORES DE CUBA


 

 AVENTURAS DE ROSA DE LOS VIENTOS Y JUAN PERICO DE LOS PALOTES

Santa Clara, Cuba. Capiro, 1996; El Arca. Barcelona, 1996; Alfaguara. Buenos Aires, 2004 Descatalogado.
© J.F.Rosell
Novela, 115 p. [Desde 8 años] Viaje maravilloso por un mundo no tan imaginario como parece        

        Rosa de los Vientos y Juan Perico de los Palotes unen sus aptitudes mágicas para construir su hogar en una cometa y resolver         los diferentes problemas que surgen  en un viaje por lugares fantásticos y desopilantes como la Montaña Extraña, la Isla                     Rectangular, el Gran Imperio Ote y hasta una nueva versión de su propio país de origen.

       Rosell asume en este libro unos planteamientos arriesgados, ajeno a las fáciles concesiones tan presentes en cierta literatura           para  niños. El juego de lenguaje y por tanto el humor, recorre todo el curso de los acontecimientos (El Diario Montañés, 1996).          Este muy imaginativo relato continúa la tradición de los “voyages imaginaires” y aporta nutrientes al pensamiento. Como en Los         viajes de Gulliver, los países visitados son reflejos satíricos del propio mundo de los protagonistas. Desde una perspectiva                   externa podemos distinguir una crítica de los poderosos y de la sociedad humana en su conjunto (Catálogo del premio The                White Ravens. Munich, 1997).

      Traducido al francés por Mireille Meissel: Les aventuriers du cerf-volant. París. Hachette, 1998, ilustraciones: Gabriel Lefebvre  

      PREMIO LA ROSA BLANCA, CUBA. DISTINCIÓN THE WHITE RAVENS. BIBLIOTECA INTERNACIONAL  DE LA JUVENTUD.                           ALEMANIA


VUELA, ERTICO, VUELA
© J.F.Rosell
Ediciones SM. Madrid,1997. Descatalogado al cabo ded 16 ediciones y 96 000 ejemplares
Ilustraciones: Ajubel
Novela, 61 p. [Desde 7 años] La magia está en saber quién eres 

Es un cuento con niño solitario, sombrío desván y abuela de largos brazos protectores, capaz, con sus agujas de punto, de tejer los mayores prodigios imaginables, como que su nieto vuele sobre una alfombra o que encuentre el reconfortante calor de la amistad (Equipo Peonza. El diario montañés. Santander, 1998).

La escritura de Rosell es rica en imágenes y entabla todo el tiempo un juego de comparación entre las emociones y los olores. Hay una exploración de la palabra en el texto, una escritura sutil que dice cosas más allá de lo escrito. Con guiños al lector en apelaciones continuas para involucrarlo, Rosell expone una lectura entre líneas y logra un mundo subjetivo y mágico con elementos de la realidad (Sandra Comino. La Mancha. Buenos Aires, 2000).

16 EDICIONES: 96 000 EJEMPLARES VENDIDOS. PREMIO LA ROSA BLANCA. UNIÓN DE ESCRITORES, CUBA.





UN OFICIO DE CENTAUROS Y SIRENAS
Lugar Editorial.Buenos Aires, 2001. Descatalogado. © J.F.Rosell
Ensayo, 156 p. [Adultos] Una poética de la literatura infantil

Catorce ensayos en torno a la definición y funciones de la literatura infantil, la posición del creador respecto a su obra, y sobre temas concretos como la narrativa detectivesca, la fantasía, los medios masivos de comunicación o el libro para chicos en América Latina.

Rosell es punzante en muchas ocasiones, crítico y con una mirada nada complaciente, lo que convierte sus escritos en estimulantes reflexiones que nos llevarán a afirmar o disentir de sus opiniones, pero nunca nos dejarán indiferentes porque incluso él ahonda a veces en sus propias contradicciones sin querer dejarlas cerradas. Un conjunto de lecturas muy recomendables que conforman, como el propio autor lo indica, una “poética de la literatura infantil” eso sí, para nuestra suerte, escrita con mucha amenidad (Ana Garralón. Educación y Biblioteca, 2002).


  
LA NUBE
©Sudamericana. Buenos Aires, 2001
Ilustraciones: Juan Deleau
Cuento, 32 p. [Desde 4 años] Una nube busca su destino  

Del mar a la montaña, del campo a la ciudad, las andanzas de una nubecita blanca y redonda como un sueño. Distintos escenarios para una bella metáfora que conjuga profundidad y sencillez.

Uno agradece al autor y al ilustrador por enseñarnos a mirar y remirar el mundo cotidiano que tanto interesa y conviene a los pequeños. La historia me ha invitado a poner los ojos en la cara del cielo y redescubrir junto a los niños que, detrás de una aparente mota de algodón celestial, existen otros matices. El contrapunto armónico que establecen el texto y las ilustraciones resulta aquí un juego particularmente divertido y seductor para los prelectores al aparecer dibujos entre las palabras del cuidado texto. El diccionario de imágenes incluye más de una definición y, detalle multicultural, regionalismos de las diferentes comarcas de la lengua castellana. (Sandra Avendaño. Chiapas. México).

PREMIO LA ROSA BLANCA. UNIÓN DE ESCRITORES DE CUBA.



MI TESORO TE ESPERA EN CUBA
Edelvives. Madrid, 2008. © J.F.Rosell excepto lengua española
Sudamericana. Buenos Aires, 2002 (edición agotada)
Ilustraciones: Pier Brito
Novela, 173 p. [Desde 10 años] El mayor tesoro es la amistad                

Paloma viaja a Cuba con la misión de encontrar el tesoro que su tío-bisabuelo dejó al huir de la Revolución en 1959. Las cosas han cambiado mucho en medio siglo y la chica descubre un país lleno de contrastes y un secreto de familia.

... el autor consigue hábilmente sacar a la luz los problemas del subdesarrollo, los sentimientos que animan a los cubanos a propósito de extranjeros a quienes presumen ricos. Los amigos de Paloma son personajes variados, con los que ella establece relaciones auténticas. La historia del tesoro mantiene el interés hasta el final, sirviendo de pretexto a un descubrimiento más importante: las realidades de un país que conocemos mal. Una excelente novela, viva, interesante y bien escrita (Livres Jeunes d’aujourd’hui. París, 2001) / Tanto los aficionados a la aventura como los que prefieren las novelas de amistad y sentimientos fuertes quedarán encantados. El fondo político de la historia no dificulta en nada su comprensión, y constituye una hermosa lección de humanidad y tolerancia (Brigitte Lhiver Página web del Festival del Libro de Cherburgo. Francia, 2001).

Traducido al francés por Mireille Meissel: Cuba, destination trésor. París. Hachette, 2000.

PREMIO DE LA  VILLE DE CHERBOURG. FRANCIA



LA TREMENDA BRUJA DE LA HABANA VIEJA
Edebé. Barcelona, 2001. Descatalogado. © J.F.Rosell
Ilustraciones: Ajubel
Novela, 158 p. [Desde 10 años] La peor de las brujas contra la mejor de las niñas    
      
La bruja de La Habana Vieja vivía consagrada a sus hechizos y a su amistad con otras brujas tan feas y malvadas como ella. Hasta que descubre que tiene una sobrina-tataranieta linda y buena. Temiendo por su reputación, intenta arrastrarla por el camino del mal, pero la niña posee poderes capaces de cambiar muchas cosas. (Boletín Red de Bibliotecas de Andalucía, 2002).

¡Otra historia de brujas, dirán algunos! Parecería que desde la aparición de Harry Potter los autores infantiles carecen de imaginación. Pues no: estamos ante una historia ingeniosa, que realmente merece la lectura. La galería de personajes (sobre todo las brujas) estalla de humor y originalidad, y la trama da muestras de buenos sentimientos (Comité X. Página web de Hachette. París, 2003).

Traducido al francés: Hachette. Paris, 2001



 

 EL PÁJARO LIBRO
© Ediciones SM. Madrid, 2003. Traducido al francés: Belin. París, 2009
Ilustraciones: Ajubel
Cuento, 64 p. [Desde 6 años] Un libro parte en busca de sus lectores    

En la biblioteca municipal, un libro se cansa de que nadie lo saque a pasear (es decir, a leer). Está dispuesto a todo: a volar, a hablar y hasta a mudarse al parque vecino, con tal de compartir lo que encierran sus páginas.

Rosell desarrolla la metáfora del libro como pájaro. El vuelo, el canto, la libertad, atributos esenciales del ave, son traspuestos al objeto de papel para compartir con los lectores un mensaje diáfano y expresado de forma atractiva: no importa cuán valioso pueda ser un libro, únicamente si llega a manos de los lectores (vuele) y comparte con ellos las palabras que lleva impresas en sus páginas (cante) su existencia tendrá sentido. El cuento es una celebración del libro como objeto vivo, capaz de insertarse en espacios múltiples y de transformar la vida de las gentes, pero, también, un canto a la voluntad y una invitación a descubrir las maravillas que pueden esconderse entre las tapas de un tomo cualquiera de la biblioteca, por más olvidado, amarillento y lleno de polvo que esté (Javier Gómez. Cuatrogatos. Miami, 2003).

PREMIO LA ROSA BLANCA. UNION DE ESCRITORES DE CUBA. PREMIO NACIONAL DE ILUSTRACION, ESPAÑA


JAVI Y LOS LEONES
© Edelvives. Zaragoza, 2003
Ilustraciones: María Rojas.
Cuento, 39 p. [Desde 5 años] La imaginación vence al miedo

Javi es amigo de uno de los leones de piedra del parque. Al león “sonriente” le cuenta sus cosas, pero al león “feroz” le tiene miedo. Hasta que un día lo amenazan en el colegio y Javi tiene que escoger entre sus dos temores.

El miedo a lo desconocido, la fantasía, la capacidad de superación, el sentirse respaldado, son temas que asoman en esta historia. Un cuento delicioso, que no esconde su mensaje, pero lo enmascara con un buen guión, aparentemente sencillo, pero que aborda distintos aspectos relativos a la infancia y, además, refleja muy bien su mundo, hecho de realidad y fantasía a partes iguales. Las imágenes de María Rojas, a base de collage, exageradas, caricaturescas, con juegos distorsionantes, nada realistas, convierten en una esas dos coordenadas –la real y la imaginaria- en la que se mueve Javi (CLIJ. Barcelona, 2004).


PREMIO LA ROSA BLANCA. UNION DE ESCRITORES DE CUBA







PÁJAROS EN LA CABEZA
© Kalandraka. Sevilla, 2004. Ilustraciones: Marta Torrão (PREMIO NACIONAL DE ILUSTRACION, PORTUGAL, 2006)
Ediciones en castellano, gallego, portugués, coreano

Cuento, 48 p. [Desde 7 años] Si la ambición te quita el sueño, escucha a los pájaros                  

En un reino pequeño y no precisamente rico, el ministro de Todo lo Demás, el ministro de Defensa y el ministro de Economía piensan que sólo una guerra puede satisfacer sus deseos de grandeza. Pero su rey, siempre rodeado de pájaros, no tiene sino ideas lindas y pacíficas. Los ministros deciden sacarle esas ideas y, sobre todo, esos pájaros de encima. Con astucia lo consiguen... En fin, casi.

Un rey singular, un tanto miope y quijotesco se ocupa de la buena marcha de su país; un cachito de patria, no menos imperfecto u olvidado de las complicaciones que da el vivir. En una interacción un tanto juguetona, cada personaje asume el papel que le corresponde con marcada fidelidad a su esencia. Estamos ante una historia que permite una pausa sobre la convulsa actualidad, una pausa indudablemente aleccionadora tanto para los chicos como para los adultos (Sanda Avendaño. Chiapas. México).

Traducido al gallego, el portugués y el coreano. 

PREMIO LA ROSA BLANCA, CUBA. 
DISTINCION THE WHITE RAVENS. BIBLIOTECA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD, ALEMANIA.






                                        


LA LEYENDA DE TAITA OSONGO
© Fondo de Cultura Económica. México, 2005.
Ilustraciones: Ajubel
Estrenada en traducción francesa: Ibis Rouge (Matoury, Guayana Francesa), 2004
Otras versiones en castellano: Editorial Capiro (Santa Clara, Cuba), 2010; Ediciones Matanzas (Cuba), 2014

Novela, 80 p. [Desde 11 años] El amor y la magia contra la esclavitud y el racismo  

El traficante de esclavos Severo Blanco se convierte en rico hacendado tras vender hombres del mítico país africano Sóngoro Consongo. Sin embargo, su victoria sobre el rey y mago Taita Osongo es efímero. La hija de S. Blanco se enamora de un joven esclavo y juntos huyen a la montaña. Entonces tiene lugar el duelo final entre los dos irreconciliables enemigos.

“No abunda el realismo mágico en la narrativa infantil cubana (...) Después de abordar la realidad de la isla con el realismo y la aventura de Mi tesoro te espera en Cuba y con la fantasía y el humor de La tremenda bruja de La Habana Vieja, al fin me decidí a contar desde el realismo mágico una historia de amor en el contexto del tráfico de esclavos y el racismo que de manera tan intensa han marcado a mi país... y a mi propia familia. Pero no me propuse solamente mezclar historia y fantasía, sino también tradiciones afrocubanas y elementos del cuento tradicional europeo. Por eso este libro es leyenda, historia y cuento de hadas” (Joel Franz Rosell en una entrevista radial. Cuba, mayo de 2004).

Traduccido al francés (Cayena. Ibis Rouge, 2004) y al portugués (Edições SM do Brasil. Sao Paulo, 2007

PREMIO HEREDIA. CUBA



LA CANCION DEL CASTILLO DE ARENA
A Fortiori (castellano y vasco). Bilbao, 2007. © J. F. Rosell
Ilustraciones del autor
Cuento, 32 p. |Desde 5 años] Un niño y su padre construyen castillos de arena y una relación ejemplar         

Un niño y su padre construyen en la playa castillos de arena que, cada noche, desaparecen. El pequeño termina por entender que es necesario para que todos puedan aprender a levantar su propio castillo de arena. Más difícil le resulta aceptar la desaparición de la princesa que ha imaginado en cada castillo.

¿La princesa del castillo de arena, es el tercer personaje de una historia donde la madre nunca es mencionada? ¿Se trata de una familia monoparental? Rosell nos presenta unos personajes de piel oscura y un paisaje caribeño que el texto no especifica (…) su intención era contrariar la tendencia del álbum ilustrado europeo a confinar a los africanos, indios y otros pueblos “del Sur” en temáticas “propias” de su condición; ya se trate de estereotipos críticos como la pobreza, la discriminación y la destrucción del medio ambiente, o positivos como el vasto tejido familiar, la vivacidad del carácter y las tradiciones orales. (L. García Nemo: Otro Lunes. Berlín, 2007)

 Versión francesa del autor: Ibis Rouge. Cayena 2007.




DON AGAPITO EL APENADO
Kalandraka. Pontevedra, 2008. Descatalogado. © J.F. Rosell
 Ilustraciones: Federico Fernández
Cuento, 48 p. [Desde 7 ans] Un jubilado encuentra un nuevo trabajo: ocuparse de las penas ajenas     
               
"Don Agapito el apenado" aborda con mucha imaginación y bastante picardía un tema de mucha actualidad: qué hacer con todas esas cuestiones particularmente importantes para las que nunca tenemos tiempo: prejuicios, culpas, miedos, abandonos, compromisos y obligaciones morales. Para despertar nuestras conciencias dormidas, el autor ha escogido como héroe precisamente a un jubilado, una "persona de la tercera edad", uno de esos viejos que la sociedad de consumo considera inútiles porque improductivos desde el punto de vista del mercado (“Ele”. Blog Pizca de Papel)

La historia de Don Agapito tiene la cualidad del buen humor: se trata de un texto dinámico, contado con un lenguaje actual y con el que cualquier lector se puede sentir identificado. Por otra parte, es una obra no exenta de crítica social, que mueve a la reflexión ante los problemas de los demás y que llama la atención sobre la necesidad de llevar un ritmo de vida más reflexivo (Kalandraka).

Traducido al gallego




EXPLORADORES EN EL LAGO
Alfaguara. Madrid, 2009. © J.F.Rosell excepto lengua española
Novela, 159 p.  [Desde 10 años]  Pájaros en peligro: una aventura ecológica

Robin es tímido y no tiene amigos en su nueva escuela. Cuando parten once días a una reserva ecológica, se lleva a escondidas a su cotorra. El comportamiento misterioso de Robin llama la atención de los cuatro chicos que se convertirán en sus primeros amigos. Cuando desaparece la cotorra, investigan juntos y acaban por desenmascarar a los traficantes de especies protegidas que operan en la reserva.

Quizás lo mejor de la novela son las relaciones entre los personajes: chicos y adultos son tratados con realismo y humor, dando una divertida imagen de la vida escolar. La trama detectivesca está muy bien tejida, con sus indispensables datos ocultos, falsos sospechosos y momentos en que parece que los “malos” van a salirse con la suya. Pero al mismo tiempo hay una reflexión seria sobre las amenazas que pesan en nuestros días sobre el medio ambiente. Bien integrada a la trama detectivesca y al desarrollo del conflicto entre personajes, la información llega de manera amena a los lectores, quienes cerrarán el libro con la satisfacción de haber pasado un buen momento con amigos muy queridos y aprender muchas cosas (Pero Juárez. Esliteratura.com)

   
  
BESTE BAT NAHI DUT! (¡QUIERO OTRO!)
A Fortiori. Bilbao, 2008. Edición en euskera. © J.F.Rosell
Ilustraciones del autor
Cuento, 48 p. [Desde 4 años] ¿Qué hacer con un niño caprichoso?

Otto protesta por todo: No le gusta el pantalón que el que le pone su mamá, no le agrada el colegio al que su papá lo acompaña, rechaza el helado que su abuelo le ha comprado. Y la misma suerte corren el  cuento que le cuenta la abuela, sus juguetes, su mascota… 

Los niños necesitan que les pongamos límites a sus caprichos. Así les demostramos un amor… sin límites.




LA BRUJA PELANDRUJA ESTÁ MALUCHA
© Ediciones SM. Madrid, 2010.
Ilustraciones Irma Gruenholz
Cuento, 52 p. [Desde 7 años] El que que la hace (aunque sea bruja), la paga

Pelandruja es una bruja un poco chapucera y su último encantamiento le crea tremendos problemas. Para resolverlo tendrá que cambiar  muchas cosas en su vida y en la de sus desgraciados vecinos. Pero ¿será ella capaz? Una historia con mucho humor y sorpresas en la que nadie es lo que parece... ¿Ni si quiera el lector?

La bruja Pelandruja está dándole los últimos toques a una de sus pociones más malignas de todos los tiempos. Pero algo sale mal y el hechizo se vuelve contra ella. ¿A que no se imagina a quién tendrá que recurrir para recuperarse? Una divertida historia que muestra la necesidad de unirse (incluso a sus propias víctimas) para solucionar los problemas (www.librerialamancha.es).



 



PETIT CHAT NOIR A PEUR DU SOIR (inédito en español)
© Bayard. París, 2011
Ilustraciones: Beppe Giacobbe
Cuento, 22 p. [Desde 3 años] Gatito vence su miedo cuando ayuda a los demás


Gatito Negro es tan negro que teme perderse en la oscuridad. Por eso no sale a pasear por la noche, como sus hermanos. Pero una noche de luna llena al fin se decide. De pronto las nubes cubren la luna y en la oscuridad total un conejo, más asustado que él, le pide ayuda.

… Este texto abarca muchas más cosas : habla del miedo, de la noche, de la ternura del encuentro entre dos animalitos, de la toma de consciencia de una capacidad ignorada y del placer que sentimos al usarla... Una estructura narrativa simple para adaptarse a la percepción de los más pequeños, pero una historia de gran riqueza y un verdadero talento en la escritura (bauchette.canalblog.com).

               


SOPA DE SOL
Tinta Fresca. Buenos Aires, 2011 © J.F.Rosell excepto lengua española
Ilustraciones: Carolina Farías
Cuentos, 62 p. [desde 9 años] Fantasía comprometida con la realidad

¿Puede una abuela prepararsopa con los rayos del sol; una cucharita llorar a fideo tendido; o un viejito convertirse en el abuelo de todos los niños de País Leído? ¿Es posible que un espantapájaros y una espantapájaras se enamoren; que una niña haga música con su pelo; o que un conejo habite y empuje la luna?

Los cuentos de Joel Franz Rosell son criaturas extrañas que hacen posible lo imposible a través de la pluma de la imaginación. Los catorce cuentos de Sopa de sol querían hacer nido (hacer libro) juntos, y aquí están en su casita de papel, construida con palabras. (Nota de contratapa)
  
 



EL PARAGUAS AMARILLO
Kalandraka. Pontevedra, 2012. Descatalogado: © J.F. Rosell excepto italiano
Ilustraciones Giulia Frances
Album, 48 p. [Desde 6 años] El problema de ser diferente. ¿Aceptarse o ser útil a los demás?

Cuando apareció aquel paraguas color de sol, nadie supo qué hacer con él: ni el dueño de la fábrica, ni el gerente de la tienda… Hasta que un día apareció un hombrecillo narizón que tenía un hermoso proyecto para aquel paraguas diferente. Pero… ¿y el sueño del paraguas? 

Joel Franz Rosell  nos cuenta la historia del paraguas con un lenguaje muy cuidado y lírico, nos invita a reflexionar sobre el valor para innovar, cambiar las cosas. Un libro sobre los anhelos personales, sobre el sentido del deber, sobre las frustraciones que cada uno tiene en la vida y sobre el miedo a las diferencias: estos son los sentimientos de un paraguas pero también son los desafíos que todos debemos afrontar cada día para ser felices. (Revista Peonza, junio 2012)

Traducido al gallego y al italiano



  GATITO Y EL BALON
© Kalandraka. Pontevedra, 2012.
Ediciones en castellano, gallego, catalán, vasco, inglés, portugués, italiano y coreano.
Ilustraciones Constanze Kitzing
Album, 32 p. [Desde 3 años] Gatito busca al dueño del balón… y encuentra cuatro amigos

Gatito se encuentra un balón en la calle pero no sabe si tendrá dueño, ¿qué hacer entonces? Antes de ponerse a jugar con él inicia una búsqueda que le traerá muchas sorpresas, y lo mejor es que en el camino conocerá a otros animalitos con los que sin duda se lo pasará muy bien. Una historia acumulativa que refleja muy bien la infancia, los sentimientos de los niños y la importancia de los amigos. Las ilustraciones casan muy bien con la narración, son expresivas, personales y con detalles para descubrir en sucesivas lecturas. (Canal Lector)

Traducciones: gallego, catalán, vasco, italiano, portugués e inglés


GATITO Y LA NIEVE

© Kalandraka. Pontevedra, 2012.
Ediciones en castellano, gallego, catalán, vasco, inglés y portugués
Ilustraciones Constanze Kitzing
Album32 p. [Desde 3 años] Soy negro, eres blanca y somos blanquinegros

Gatito y Conejita son buenos amigos. Como ese día ha nevado, juegan al escondite en la calle pero, Gatito no logra encontrar a Conejita blanca. Por eso deciden bajar al sótano oscuro y sucio, allí Conejita no descubre a Gatito negro. A partir de un juego cotidiano, se trata el tema de la diversidad, la amistad, el autoconocimiento; con humor. El final inesperado sorprende e invita a la reflexión. (Canal Lector)


Traducciones: gallego, catalán, vasco, portugués e inglés




EL SECRETO DEL COLMILLO DORADO.
Libros & Libros. Bogotá, 2013 © J.F. Rosell excepto Hispanoamérica.
Versión original: Gente Nueva. La Habana, 1983 (50 000 ejemplres)

Novela detectivesca, 191 p. [Desde 12 años] Un robo disimula un robo que disimula un robo

Robin se pasa la vida soñando con tesoros y piratas, pero la aventura en la que se mete por culpa del colmillo dorado es algo completamente diferente. ¿Quién iba a imaginar la tremenda conspiración y los millones de dólares que giran en torno a esa joya barata y en apariencia inocente? Sus enemigos no llevan un garfio en el brazo ni un parche en el ojo, pero son igual de astutos y peligrosos.
Por suerte, Robin no está solo: él y su genial cotorra pertenecen a la pandilla de Los Exploradores Incógnitos. Es verdad que cometen algunas imprudencias, pero reciben la muy oportuna ayuda de dos de los mejores policías del país. (Nota de contratapa)

La versión original, El secreto del colmillo colgante. La Habana. Gente Nueva, 1983 fue la tercera novela detectivesca juvenil cubana y agotó sus 50 000 ejemplares en poco más de un año.



CONCIERTO N°7 PARA VIOLIN Y BRUJAS
© Fondo de Cultura Económica, excepto francés y portugués © J.F. Rosell
México, 2013
Editorial Cauce. Pinar del Río, Cuba, 2014.

Novela fantástica, 71 p. [Desde 11 años] La magia de un violín recorre cuatro siglos y dos continentes


El peligroso violín Stravagantius lleva años encerrado en una vitrina de cristal blindado, lejos de su arco. Muchos rumores existen sobre su ppoder, capaz de desencadenar los peores trastornos. Su destino está ligado al de los príncipes D'Antagno, dueños del inquietante instrumento, y al de las brujas, quienes por más de tres generaciones han deplegado todas sus mañas para vengarse de la principesca familia. (Nota de contratapa)  

El misterioso poder que se le atribuye al violín es el vehículo perfecto para que Joel Franz Rosell desarrolle una trama en la que imperan el suspenso, los enigmas y la expectativa. Una prosa amena y cautivadora en la que se fusionan brujas, genios musicales y arcos rebeldes impide la interrupción de la lectura una vez comenzada... Es una historia ilustrativa, imaginativa y cautivadora para jóvenes lectores, y también para mayores (Zeida Frade. Cuatrogatos.org) 





HABIA UNA VEZ UN ESPANTAPAJAROS
Libros & Libros. Bogotá, 2014 © J.F. Rosell excepto Hispanoamérica
Ilustraciones del autor
Album (incluye pictogramas), 48 p. [Desde 4 años] Cuando los espantapájaros protegen a los
pájaros.

El granjero coloca un espantapájaros en su campo de maíz. Los pájaros se van, pero no las pájaras, y granjero coloca también una espantapájaras. Pronto hubo romance y cuando apareció el espantapajritos, el granjero se sintió feliz, pues ni pájaros, ni pájaras ni pichones le comerían la cosecha. El problema es que los originales espantapájaros pronto se hacen amigos de los volátiles…

Así comienza una aventura ecológica que llevará al espantapajaritos a fundar un partido ecológico y presentar al congreso una ley para proteger a los pájaros.




 GATITO Y LAS VACACIONES


Sevilla. Kalandraka, 2015. Ilustraciones: Constanze von Kitting. Album (desde 4 años). ISBN 978-84-92608-67-6. Traducido al catalán, gallego, vasco, inglés, portugués y francés.

Gatito y sus amigos hablan de las próximas vacaciones: Pata va a la playa, Conejo al campo, Ardilla a la montaña y Erizo a Inglaterra. Gatito es el último en saber donde pasará sus vacaciones. Es una sorpresa que le hará descubrir que las mejores vacaciones se pasan cuando estás con aquellos a quienes más quieres.


MARIA ES PINTORA
México. Editorial 3 Abejas, 2015. Ilustraciones: David Nieto. Album (desde 4 años).

María lleva la pintura en el alma. Ella no necesita caja de colores, le basta su mágico pincel y los colores que están en ella. Tras un largo día de trabajo no necesita mucho para tener de nuevo ganas e inspiración para seguir pintando.



TITO Y SU MISTERIORSA ABUELA
La Habana. Gente Nueva, 2015. Ilustraciones de Valerio (Yunier Serrano). ISBN 978-959-08-2073-1. 100 pp. Novela (desde 10 años)

Tito es un niño tímido, que no cree poseer ninguna virtud y a eso atribuye su falta de amigos. Pero con la ayuda de una abuela medio bruja o medio maga, y de una alfombra mágica, sabrá que tiene un poder especial... y comenzará a tener amigos . Este es el tema de “Tito, aprende a volar” (estrenada en 1997 por Ediciones SM con el título de Vuela, Ertico, vuela). La segunda novela del volumen “Tito y el amigo misterioso” (inédita hasta la fecha) cuenta una nueva aventura de Tito, que esta vez descubre el misterio de su abuela y el del duente, fantasma o personaje misterioso que vive en el viejo caserón familiar. 
La soledad, la muerte y el olvido no son lo que parecen... ni los libros que hablan de eso son tristes y densos.



Mis cuentos y artículos han sido recogidos en numerosas antologías y compilaciones de Cuba y otros países. Entre ellas:


 Sol de los talleres. La Habana. Editorial Letras Cubanas, 1980 (antología de premios del X Encuentro Nacionald e Talleres Literarios, 1979, incluye “La gran rosa blanca”, premio de Cuento Infantil).

Memorias del VI Congreso del Grupo de Trabajo de Estudios Regionales CEISAL. Universidad de Varsovia & Universidad de Aarhus. Sandbjerg, Dinamarca, 1993. Incluye: “El negro invisible o La problemática del componente negro en la cultura y sociedad cubanas”.

Memorias del 24° Congreso Internacional del IBBY de Literatura Infantil y Juvenil (Sevilla, octubre de 1994). Madrid. Organización Española del Libro Infantil y Juvenil, 1995. Incluye: “To be or not to be: ésa es la diferencia”.

Y voy por un caminito…  (homenaje a Carmen Bravo Villasante). Madrid. Organización Española del Libro Infantil y Juvenil, 1996. Incluye: “La literatura infantil iberoamericana: raíces, retos y logros”
  
                                  ¡Mucho cuento! Narrativa infantil cubana de los años noventa. La Habana. Ediciones Unión, 1997. Antología (incluye el cuento infantil “La nube”).

Actes du colloque L’espagnol: de l’Espagne à l’Amérique Latine, évolution d’une langue”. Unión Latina e Instituto Cervantes. París, septiembre de 2000. Incluye “De América a España, itinerario lingüístico de un escritor”.

Cuentos azules. Madrid. Ediciones SM, 2001. Antología de cuentos infantiles (incluye “El cuento de Perico”).

El libro de todos. Invandrarförlaget. Goteborg, 1999. Antología del exilio latinoamericano (incluye el ensayo: “Oración del insular errante”).

Narrativa e promoción da lectura no mundo das novas tecnoloxías. Santiago de Compostela. Xunta de Galicia, 2002. Incluye: ”Libros, nuevas tecnologías y literatura infantil. 161 kilobytes de datos e ideas”.

Im alphabet durch die Welt. Kinder lesen überall (“los niños leen en todas partes”). Munich. Domino Verlag, 2003. Compilación de textos de 51 países y fotos de Lioba Betten (incluye el artículo: “Una selva de mundos”).

A través del espejo. Libros, lectura y escritura literaria en los libros infantiles y juveniles. Buenos Aires. Alija (Los Cuadernos de ALIJA, II época, número 1), 2004 (incluye el ensayo: “Libros, escritura y lectura literaria: el tesoro escondido”, además del trabajo de edición y selección).
El sueño y la luz. Crítica e investigación de la literatura infantil. Sancti Spiritus. Ediciones Luminaria; 2006. Selección de trabajos presentados en el Encuentro de Crítica e investigación de literatura infantil, 2004. Incluye: “64.5 kilobytes sobre el libro, las nuevas tecnologías y la literatura infantil”.

Je me souviens Mémoire/Mémoires 2006. Beaugency. Salon du Livre de Beaugency (Francia), 2006. Incluye : « Mon plus lointain souvenir… ».

Un amour d’enfance. Paris. Bayard Jeunesse, 2007. Antologadora Marie-Aude Murail ; testimonios sobre la lectura que lanzo a 82 autores franceses a la escritura. Incluye : “Mon livre c’est un filme”.

Bilbao, remanso de viajeros. La ciudad vista por propios y extraños. Bilbao. Librería Anticuaria Astarloa, col. Okoriko, 2007 (incluye el artículo “Qué asco de tiempo”).

Un libro con muchos gatos. Ediciones Unión. La Habana, 2008; compilación Enrique Pérez Díaz (incluye el capítulo de novela “La reina de los gatos”).
Cuba per se. Cartas de la diáspora (50 escritores cubanos responden sobre su vida fuera de la isla). Armando Chávez Rivera. Ediciones Universal. Miami, 2009. Incluye: “Metáfora del vuelo”.

Todos los caminos del viento. 26 cuentos latinoamericanos para niños de 10 a 12 años. Manthra Editores. Ecuador, 2009. Incluye: “El paraguas amarillo”.

Exploraciones en la narrativa de Luis Cabrera Delgado. Compilación y prólogo de Carmen Sotolongo Valiño. Ediciones Capiro. Santa Clara, 2009 (contribución “Luis, el tititero”).

Cuentan que de amor un día… (selección de autores cubanos). Pinar del Río. Editorial Cauce, 2011
Incluye “Historia regia” y “Sueños”

La isla de los sombreros mágicos. La Habana. Editorial Abril, 2011, tomo 2. Incluye: “La ronda de la calabaza” y “Había una vez un joven mago”.

¿Cuánto cuestan los abuelos? (selección de autores cubanos). Pinar del Río. Editorial Cauce, 2012. Incluye: “Los colores de la abuela”.

1,2,3 ¡fantasmas, a correr!. La Habana. Gente Nueva, 2012. Incluye: “Stravagantius, el violín embrujado”.              
                                                                                                 

Antología de cuentos y poesías. Autores del Festival 2013. San Juan, Puerto Rico. Festival de la Palabra, 2013. Incluye: “Sueños”.





 




        
  

Joel Franz Rosell logra tramas originales y vivaces donde, tras un fascinante arsenal mágico puede leerse una visión penetrante de la realidad. Ha alcanzado un estilo muy personal en el cual la literatura infantil cubana ve satisfecha su vieja aspiración a la belleza del lenguaje, sin renunciar por ello a la más plena comunicación con el joven lector, puesto que en él las palabras tienen la singular capacidad de constituir por sí mismas situaciones, ambientes y personajes creativos y estimulantes.

                                                                                                                                                                  (Félix Luis Viera. El Búho. México, 1998)




Joel Franz Rosell está en Facebook y en Tweeter.

Sites:

http://elpajarolibro.blogspot.com
http://cuentosdelmagodelcuento.blogspot.com
http://auteurjeunessedecuba.blogspot.com

















La tercera novela detectivesca juvenil cubana cumple 40 años

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