19/6/13

Feria del libro de Madrid: en un contexto de crisis, los libros resisten



Este año llegué a la Feria del Libro de Madrid el día de su inauguración. El año pasado llegué al cierre y en 1997, fecha de mi otra –lejana– participación, me tocó a mediados; así que voy completando una imagen del popular evento literario del Parque Retiro.


Como las editoriales y librerías proponen esencialmente novedades, solo me senté a dedicar ejemplares en la caseta de Kalandraka, que publicó en 2012 mis libros “El paraguas amarillo” (en su colección faro, Cuentos para soñar) y los dos primeros títulos de mi serie para pre-lectores : “Gatito y el balón” y “Gatito y la nieve”, preciosamente ilustrados por la artista alemana Constanze von Kitzing.

En el aeropuerto me esperaba Belén Sáez, gerente de Kalandraka - Madrid, y como todavía había que dar algunos toques finales antes de la inminente apertura de la feria, nos dirigimos directamente al Parque Retiro.


En la caseta 172 ya estaba  David Gómez, comercial de Kalandraka en la región capital y adyacentes, terminando la decoración, donde destacaban  el sello “Premio a la Mejor Labor Editorial 2012” y dos personajes de Sergio Lioni, correspondientes a uno de los best sellers de esta casa editora oriunda de Galicia y hoy implantada en todo el territorio español, así como en Portugal e Italia.


Apenas levantada la cortina, comenzaron a acercarse las personas que ya deambulaban por la alameda del Parque Retiro en cuyas márgenes se alinean cada año las casetas. Durante la feria, el céntrico parque madrileño no pierde su condición de pulmón de la capital, pista de patinadores, ciclistas y adeptos del footing, y zona de paseo de abuelitos, bebés y perritos. Pero la alameda  con cerca de 400 casetas les queda vedada sábado y domingo, pues la compacta masa de visitantes no les deja espacio libre.

El primer día de la feria, y los viernes en general, son de menor afluencia. Ese 31 de mayo, sin embargo, resultó bastante concurrido, quizás porque la reina de España, doña Sofía (la más popular figura de la realeza peninsular) fue quien realizó la habitual ronda de apertura.  Un funcionario de la Casa Real nos informó que por ser Premio Nacional de Edición 2012, Kalandraka había sido incluida en el protocolo inaugural.


Doña Sofía llegó a eso de mediodía y me correspondió ser el primero en darle la mano y los buenos días, pero enseguida me replegué, dejando el diálogo, como correspondía, a los representantes oficiales de Kalandraka. La reina recibió algunos obsequios de la editorial (novedades sobre las temáticas que se sabe interesan a la augusta visitante) y compró otros tantos, en particular de poesía (Kalandraka posee un importante fondo del maltratado género, con el aliciente de presentarlos espléndidamente ilustrados y encuadernados). 


“Nuestros libros son para niños de 1 a 80 años, bromeó Belén Sáez”. “¿Solamente?”, sonrió doña Sofía: “¿Y los mayores de 80 no tienen derecho?”.


Todo el sábado, mañana y tarde, estuve firmando ejemplares de mis tres álbumes disponibles (“Pájaros en la cabeza”, mi primer Kalandraka,  está actualmente indisponible). La mejor acogida fue dispensada a los dos de la serie Gatito, sobre todo a “Gatito y la nieve”… y eso que Madrid inauguró junio con aires bastante veraniegos.
Niños pequeños, mayorcitos y hasta algún que otro adulto partió con su “Gatito”.


Aunque no soy el ilustrador, y no puedo ni remotamente competir con las magníficas ilustraciones de Constanze Kitzing, no pude resistir a la tentación de acompañar mis dedicatorias con una caricatura del héroe homónimo. Es algo que siempre gusta a los lectores-propietarios y que remite a mi pequeña carrera de ilustrador (cinco libros en tres lenguas) y al dibujo como recurso de seducción de las Musas, a que recurro cuando una historia se me entrega muy lentamente.

Sábado y domingo fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy por encima de las de los primeros días de la edición 2011. Editores y libreros bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché, una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.

Reviviendo mi pasión de infancia por el modelado, elaboré una figura en arcilla que dejé en la caseta como mascota de la serie Gatito



lleno completo el fin de semana
La de Kalandraka es siempre una de las casetas más visitadas. Así lo merecen la competencia y simpatía de los encargados, que no dudan en completar una información, contar un cuento, cantar una tonada o recitar una rima (el folclor gallego y en general de España alimenta muchos de sus álbumes) e incluso decir francamente: “Eso que usted busca no lo tenemos nosotros, pregunte en la editorial Tal o en la librería MásCual” .


Parafraseando a la famosa película brasileña: “Bar Kalandraka, el último que cierra”

Kalandraka no tiene autores superventas de esos que se hacen famosos una temporada gracias a un best-seller  o a sus cualidades histriónicas en la tele, pero la calidad de sus libros le asegura una clientela alerta, fiel y entusiasta. Cada día, ante la pausa del mediodía o al cierre de jornada, cuando ya las otras casetas han bajado la cortina, todavía queda público en la caseta 172. No en vano Kalandraka ha ganado numerosos premios (al Nacional de Edición 2012 que ya mencioné antes, se sumó en la primera semana del evento el tercer premio de libro informativos que otorga la propia Feria).

En los momentos que me dejó libre el abundante público del sábado pude departir con otros autores (la chilena María José Ferrada y el africano  Boniface Ofogo, por ejemplo) y colaboradores de Kalandraka.


También pasaron algunos amigos que hallaron mi nombre en el programa o lo escucharon por megafonía  y hasta con un agente literario con el cual entré en contacto hace meses vía Facebook o LinkedIn.
 
Con José Luis Gutiérrez, de la agencia literaria GU-RU


Sábado y domingo fueron días intensísimos: público numeroso y entusiasta que puso las ventas muy por encima de las de los primeros días de la feria 2011. Editores y libreros bajaron la cortina del fin de semana con mucho optimismo, y cuando me marché, una semana después, la tendencia a la alza se mantenía.

Yo he visto pocos monumentos consagrados al libro. Este rinde homenaje Enrique Tierno Galván por su papel decisivo en la fundación de la Feria del Libro de Madrid, que ya cuenta 72 primaveras.

Todo escritor es un voraz lector. Una vez cumplidas mis sesiones de firma de ejemplares, me asomé a numerosas caseta: curioseando entre novedades y títulos de fondo, hasta terminar comprando una buena docena. 

Entre los libros de Kalandraka que me gustaron está “De dónde vienen las cigüeñas”. (textos de Beatriz Osés e ilustraciones de Miguel Angel Díez. Premio Lazarillo 2006). Botón de muestra:

Cuando sonó el timbre de la casa, la cigüeña se acercó a la puerta principal hecha un manojo de nervios… Llevaba varios meses esperando aquella visita. Tragó saliva y notó cómo se le aceleraba el pulso. 
Al abrir la puerta, descubrió a un desconocido que llevaba una cesta en las manos. 
La cigüeña miró enternecida en su interior… El señor venía de París.

Algunos libros de Kalandraka que me gustaron

Hasta los baños (aseos, como dicen los españoles) distinguen simplemente entre “lectoras” y “lectores”), nada de “damas y caballeros” o “señoras y señores”


Entre otras sorpresas, me encontré con Amado del Pino, un compatriota que no veía hace como 20 años. Se encontraba en la caseta de Verbum, presentando un ensayo sobre el  eminente dramaturgo, narrador y poeta cubano Virgilio Piñera.


Ya al margen de la Feria, pero no lejos de ella, me encontré a otro cubano, este venido especialmente de la isla para presentar su último libro en el célebre Círculo de Bellas Artes. Reynaldo González presentaba “Insolencias del barroco”, ensayos sobre pintura que edita la recién creada editorial Cumbres.


Sin relación con la Feria, pero siempre a propósito de libros, el martes 4 de junio me fui al otro lado del Manzanares para asistir a la entrega de los premios de la editorial Edelvives; acto que revistió la original forma de un concierto de premiación.  Fue el rockero Macado el encargado de presentar a los autores y entregarles los trofeos, entre canción y canción, y fragmentos de las obras premiadas que leía un profesional desde el escenario mientras dos pantallas se repartían las imágenes tomadas de los libros premiados o libremente inspiradas por éstos.  

Los escritores Paloma Sánchez Ibarzábal, Elvira Menéndez, Joel Franz Rosell y Marinella Terzi con el galardonado Ricardo Gómez

Los galardones fueron para Ignacio Sanz por “El hombre que abrazaba los árboles” (premio Ala Delta de narrativa Infantil), Ricardo Gómez  por “Juegos inocentes juegos” (premio Alandar de narrativa juvenil) y el dúo compuesto por la escritora checa Lucie Müllerová y la ilustradora italiana Serenella Quarello por “El barco volante” (premio de Album Ilustrado). Las dos primeras obras, ya impresas, nos fueron obsequiadas a la salida de la sala de espectáculos, pero para tener el premio de álbum ilustrado habrá todavía que esperar algunos meses.

Macaco es un grupo de rock profesional y comprometido y puso un ambiente muy especial en la fiesta, a la que acudieron unas 800 personas. El lema de la edición 2013 de los premios Edelvives: “Suenan libros” ostentaba una grafía que trasmite, en mensaje subliminar, “Sueñan libros”.


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